Estados Unidos registró más de 10.100 muertes confirmadas relacionadas con Covid-19 en una semana, cifra que destaca el aumento de casos impulsados por la variante delta, informaron hoy las autoridades de salud.

Los estados con algunos de los índices de muerte más altos son Texas, Georgia y Carolina del Norte, confirmaron los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC).

La cifra, sin embargo, representa una cifra considerablemente menor al pico de junio pasado, cuando el país registró en una semana un promedio de 80.000 casos nuevos.

Tennessee y Virginia Occidental tienen actualmente la tasa de casos más alta del país, seguidos de Alaska, Wyoming, Carolina del Sur, Montana y Kentucky, según datos federales.

El estado más golpeado hasta ahora por el Covid-19 es Florida, que superó en las últimas horas las 50.000 muertes por el virus desde que comenzó la pandemia, con una profundización de casos en las últimas semanas impulsadas por la variante delta.

Lo confirmaron funcionarios de salud del estado, según las cuales más de una cuarta parte de las víctimas se registraron este verano, mientras el estado luchaba contra un feroz aumento en las infecciones impulsadas por la variante delta.

Florida tiene la undécima peor tasa de mortalidad per cápita entre los 50 estados, según los CDC. Nueva Jersey, Mississippi y Nueva York registraron en algún momento las peores cifras, pero en las últimas semana Florida subió desde el puesto 17.

En general, aproximadamente uno de cada 400 residentes de Florida que estaban vivos en marzo de 2020 murió a causa del Covid-19.

Solo el cáncer y las enfermedades cardíacas han matado a más floridanos durante ese período, según las estadísticas del departamento de salud del estado.

El gobernador Ron De Santis afirmó en una conferencia de prensa que "ha sido un año y medio realmente difícil".

El gobernador republicano, que ha abogado en contra de los mandatos de máscaras y vacunas, dijo que la ola más reciente, que comenzó en junio, ha afectado en general a personas más jóvenes y saludables. Numerosos policías y bomberos han muerto a causa de la enfermedad.

"Está afectando a las familias de formas a las que no estamos acostumbrados, por lo que ha sido muy, muy duro", dijo DeSantis.

De las aproximadamente 50 personas presentes en la conferencia de prensa, DeSantis fue el único que no usó una máscara cuando no habló. El funcionario promocionó en las últimas semanas la vacunación.

Los epidemiólogos dicen que las tasas de vacunación del estado superaron el promedio nacional, pero no fue suficiente para mantener a raya a la variante altamente contagiosa debido a su enorme población de ancianos y las bajas tasas de vacunación entre los grupos más jóvenes con los que interactúan.