John Bolton se entrega tras acusación por archivos clasificados

John Bolton, exasesor de Seguridad Nacional de Donald Trump y una de las voces más duras del aparato de defensa estadounidense, se entregó este viernes en Maryland tras ser acusado de manejo indebido de información clasificada. La noticia marca un nuevo capítulo, donde las lealtades a Trump siguen dividiendo a los viejos halcones de Washington.

Un “halcón” bajo fuego

Bolton, de 76 años, compareció ante la corte federal de Greenbelt acusado de haber compartido más de mil páginas de información confidencial con dos familiares para su uso en un libro que preparaba. Entre los materiales había notas de inteligencia, reuniones con líderes extranjeros y deliberaciones del Consejo de Seguridad Nacional.

El Departamento de Justicia lo imputó por 18 cargos, incluyendo remoción no autorizada de registros clasificados y pérdida de información de defensa nacional. Según Fox News, el caso se originó tras un allanamiento del FBI a su vivienda el pasado 22 de agosto, donde se incautaron computadoras, discos duros y carpetas etiquetadas “Trump I-IV”.

“Abuso de poder”

En un comunicado difundido el jueves, Bolton dijo: “Espero con interés la lucha para defender mi conducta legal y exponer el abuso de poder de Trump”. Su abogado, Abbe Lowell, aseguró que su cliente “no compartió ni almacenó ilegalmente ninguna información”.

La defensa sostiene que la acusación es un acto de represalia política impulsado desde la Casa Blanca, en momentos en que el presidente busca debilitar a sus críticos.

De acuerdo con Reuters, Trump ha presionado activamente a su fiscal general, Pam Bondi, para presentar cargos contra quienes considera sus “enemigos políticos”.

El precio de romper con Trump

Exembajador ante la ONU y arquitecto de la invasión a Irak, Bolton fue una de las figuras más influyentes del ala dura republicana hasta su ruptura con Trump en 2019. Desde entonces, se ha convertido en uno de sus críticos más vehementes. Hoy enfrenta una pena potencial de hasta 25 años de prisión, aunque su caso promete escalar en los tribunales y en la arena política.