Historias y vidas de la pandemia en Remedios: Madre de muchos
especiales
Así se define Marleni Rodríguez Rivero desde aquel año 2018 cuando, recién llegada de una misión médica internacionalista, fundó el proyecto “Amanecer feliz”, dedicado a atender a los niños con padecimientos oncológicos. Ella,que antes se había sensibilizado con su sobrina (hoy totalmente sana),decidió que la solidaridad era su verdadera vocación. Mujer incansable, ha logrado la sonrisa de los 21 menores de edad que, entre Remedios y Caibarién, afrontan el dolor desde la inocencia.
“Ellos me brindan sabiduría, en realidad la beneficiada soy yo”, asegura Marleni, quien además cuenta con un importante apoyo comunitario e institucional, a partir del prestigio ganado. Me asegura que las madres le agradecen que las escuche y les dedique tiempo. Pero más allá del trabajo espiritual, se ha logrado que las familias se integren a programas de subsidios para la construcción de hogares, así como a un plan de asignaciones de teléfono. Marleni dice que también recibe el apoyo de
empresas estatales de la agricultura, la alimentación y la pesca.
“Todos estos años, de puerta en puerta, han servido para que los niños tengan un presente en el amor y la paz”. Esta mujer de 37 años declara además que, durante la pandemia, su presencia junto a los niños se hizo más constante, pues ellos por su naturaleza desean jugar afuera y sufren de ansiedad en la reclusión hogareña. “También logramos que se les diera atención priorizada en cuanto a los módulos de comida y en cualquier producto que exista en la ciudad y que sea de vital para ellos”.
Marleni me cuenta que, en lo personal y tras muchos años de meditación, se dio cuenta de que el destino quiso que fuese la madre de muchos y no la de uno o dos.
Con la dulzura en el tono de la voz que la distingue, esta doctora es consejera y amiga, alma y esencia. Encarna el amor en medio de la tragedia.
Su luz irradia para todos.
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