Gaza vive el preludio de una crisis humanitaria sin precedentes

Israel atacó hoy más de 450 objetivos en Gaza, especialmente en la zona sur, en la localidad de Jan Yunis, al tiempo que Estados Unidos impidió una resolución de alto el fuego en Naciones Unidas (ONU).

Israel intensificó ataques en todo el enclave palestino lo que causó la muerte de centenares de personas en una nueva fase de la guerra.

Los ataques fueron realizados desde tierra, mar y aire durante toda la jornada que se considera ya la de mayor intensidad desde que se rompió la tregua la semana pasada.

Producto de esta brutal agresión, la ONU afirmó que la sociedad gazatí está al borde de un colapso total.

El Ministerio de Salud de Gaza eleva a más de 17 mil 170 el número de fallecidos en los dos meses de campaña israelí en la zona, con miles más desaparecidos, que se presume están sepultados bajo los escombros.

Observadores políticos recuerdan que desde el inicio de las hostilidades, la mayoría de los 2,3 millones de habitantes de Gaza han tenido que huir de sus hogares, y muchos obligados a moverse de lugar varias veces, abandonando sus pertenecías, sin alimentos ni agua.

Ya en estos momentos no existe refugio seguro en ninguna parte del enclave costero, porque Israel extendió sus ataques al centro y el sur de la Franja, reportan hoy medios de prensa.

Testigos presenciales denunciaron un número sin precedentes de muertos y heridos en el hospital Nasser de Jan Yunis, donde ya no hay ni sitio en el suelo para los pacientes desparramados por todos lados, en un piso plagado de sangre.

En tanto, la agencia de la ONU para los refugiados palestinos en Oriente Próximo (Unrwa) advirtió que la sociedad está al borde del colapso en la Franja de Gaza, con una inseguridad creciente que se hace especialmente palpable por la noche y que deriva en incidentes violentos en medio de una crisis humanitaria sin precedentes.

Por su parte, Rusia lamentó hoy que el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas no pudo adoptar una resolución vinculante sobre Gaza debido a la presión de Estados Unidos.

El representante adjunto de Moscú ante el organismo, Dmitri Polianski, dijo que el Consejo de Seguridad tiene un instrumento excepcionalmente potente en virtud del Artículo 7 de la Carta de las Naciones Unidas, pero no logró en todo este tiempo, bajo la presión de Estados Unidos, adoptar una resolución vinculante y clara, con demandas para que las partes pongan fin a la violencia.