EN GALERÍAS: Lesbia Vent Dumois, maestra de grabadores

La xilografía es la técnica de grabar imágenes en una plancha de madera, vaciando las partes que en la posterior impresión deben quedar en blanco. Pero la técnica no es el arte. Lesbia Vent Dumois es una artista de la xilografía, del grabado en sentido general; aunque específicamente en esa modalidad acumula un acervo impresionante, piezas que han devenido referencias significativas para una escuela que en este país ha contado y cuenta con creadores de gran valía.

Galería Habana acogerá hasta el 20 de octubre la muestra «Son de la gubia y el taco», que reúne xilografías fechadas entre 1954 y 2023. Casi setenta años de trabajo. Se dice fácil, pero implica un itinerario creativo pletórico de búsquedas y peripecias. E hitos personales, realizaciones que devienen pilares de la tradición del grabado en Cuba.

Siete décadas, pero un estilo perfectamente consolidado, desde las primeras obras. La marca de la autora es fuerte, distinguible. Desde su juventud, Lesbia llamó la atención de maestros, críticos y especialistas, que distinguieron una poética.

Ese cuerpo lírico se abre en un riquísimo abanico temático. Hay aquí escenas y personajes populares, evocaciones íntimas, situaciones dramáticas, acercamientos a la historia patria y sus personalidades, recreaciones del acervo religioso de la nación... La exposición de Lesbia Vent Dumois es un maravilloso álbum de tradiciones y sueños. Y aquí y allá, entre frutas, encajes, flores y estilizada caligrafía, anida el espíritu de un pueblo afianzado en su identidad.

Lesbia es, por vocación y ejercicio, una maestra. Y ofrece en esta muestra retrospectiva una lección acerca de las singularidades de su técnica y arte. En una pared se explicitan conceptos meridianos sobre el grabado, de manera que el espectador que no esté muy familiarizado se vaya con una idea de los secretos y misterios de esa expresión.

Lesbia Vent Dumois, de hecho, devela con este conjunto de piezas las claves de una sensibilidad, muy ligada a la fascinación por las pequeñas cosas, que, por supuesto, repercute en el entramado mayor. De la filigrana al mito. Ese es el viaje. Y en una de las secciones de la muestra, como tributo a la artesanía pujante del grabado, los tacos, la madera donde ella fijó los surcos que gestaron estas figuraciones tan sugerentes.