El nasobuco o ¿salvavidas respiratorio? que muchos aún desestiman
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En la región de Campania, Italia, se aplican multas de hasta mil euros por no llevar protección de nariz y boca. Foto: Web.
Cuba, al igual que China, Vietnam, Austria, República Checa, Argentina y Venezuela más otras decenas, son de las naciones que han impuesto el uso del nasobuco de forma obligatoria para contrarrestar los niveles de contagio del SARS-CoV-2, el virus que ha arrasado con la historia de este 2020, la armonía familiar de miles de personas, más la calidad de vida de millones más.
A ocho meses del inicio de la pandemia los estragos humanitarios siguen en ascenso. Hay comunidades que favorablemente han conseguido equilibrar realidades previas, tipo apocalípticas. Italia y España reflejaron duros escenarios a inicios de año. Sin embargo, otras como Estados Unidos y Brasil hoy día indican que la Covid-19 aún está muy lejos de controlar.
La comunidad científica, más meses de conocimientos adquiridos han demostrado que medidas como el confinamiento, el distanciamiento social, el aseo frecuente de las manos con jabón, soluciones cloradas y geles antibacteriales, y el manejo adecuado y responsable del nasobuco o tapabocas sí son capaces de minimizar las cadenas de transmisión del nuevo coronavirus.
Sin embargo, pudiera percibirse a nivel global un cierto caso omiso. Si bien la Organización Mundial de la Salud (OMS) respalda el uso de estos como parte de un grupo de medidas de prevención y control que pueden limitar la propagación de determinadas enfermedades respiratorias causadas por virus, como la Covid-19, parte de la población subestima su empleo.
Dentro de esta, los jóvenes, aunque no en su generalidad, son quienes confiados por la calidad de vida ligado a la edad, la ausencia de enfermedades como la hipertensión arterial y la diabetes, más poca apreciación de riesgo dado por la poca experiencia en la vida, dan más de largo a su uso y en otros casos lo portan como si fuera una anti-multa.
Pululan las historias de ciencia ficción. A estas alturas con más de 20 millones de casos positivos y una cifra que asciende a más de 730 mil fallecidos a nivel global, hay individuos que niegan la existencia del virus y por tanto el uso de nasobuco. Incluso peor, ciertas comunidades se han manifestado públicamente y sin mascarillas en contra de todas estas medidas sanitarias.
Tan caótico esto como los que por el calor y la incomodidad en la cara pasan de tener nasobucos a cintas de pelos o bandas para el cuello. Otros excusan su uso intermitente cuando comen un bocadillo por la calle o se toman un jugo, o cenan en un restaurante, o lo estiran durante toda una noche y madrugada en la disco por el pretexto del trago en mano.
Jóvenes, asintomáticos y sin nasobucos, a la larga estos pueden ser igual de contagiosos que los sintomáticos. De acuerdo con una investigación publicada por la revista JAMA Internal Medicine, las personas asintomáticas con coronavirus son portadoras de la misma cantidad del virus en su nariz, garganta y pulmones, que las que presentan signos de la enfermedad.
Según Mijaíl Favórov, uno de los principales epidemiólogos del mundo, el desarrollo del virus varía en dependencia de la dosis en que este siendo administrada por el cuerpo. “Cuando te pones una mascarilla, la dosis baja, lo que significa que no matará a tu abuela, pero le darás la posibilidad de sobrevivir, incluso si se infecta”, resaltó el científico.
La OMS, gobiernos, instituciones sanitarias, medios de comunicación, celebridades, influencers, activistas, entre otros, no paran de aconsejar al mundo la necesidad real de usar el nasobuco y de alertar de casos en que, por su poco o indebido uso, cadenas de amigos, y después de sus respectivas familias, viven amargas situaciones ligadas a víctimas fatales.
En la mayor de las Antillas, con más hincapié en las provincias occidentales, y aún con más importancia en La Habana, donde se evidencia la situación más compleja ante un mayor incremento de los contagiados por la Covid-19, lo cual condujo el retorno hacia la fase de transmisión autóctona limitada, las autoridades llaman a un mayor esfuerzo frente al nuevo coronavirus.
Carlos Alberto Martínez Blanco, director Provincial de Salud Pública en la capital cubana, comunicó que la ciudad se encuentra en una situación compleja en cuanto al comportamiento de la Covid-19, pero con posibilidad de revertirla, siempre y cuando se cumpla con las medidas de higiene, el aislamiento social y el uso correcto y perenne del nasobuco.
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