El 5 de Septiembre nos legó el valor de la unidad (+ INFOGRAFÍA)
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Foto: @PartidoPCC
Es 5 de septiembre y el parque Martí de la capital cienfueguera amanece con el homenaje a los héroes y mártires del Levantamiento Popular ocurrido aquí, hace 65 años.
En la primera fila de este acto político-cultural, como símbolo inequívoco de que en Cuba hay una única Revolución que es continuidad, estuvieron el líder de la Revolución, General de Ejército Raúl Castro Ruz, y el Primer Secretario del Comité Central del Partido Comunista y Presidente de la República, Miguel Díaz-Canel Bermúdez.
Los miembros del Buró Político, el Primer Ministro Manuel Marrero Cruz y el Presidente de la Asamblea Nacional del Poder Popular Esteban Lazo Hernández, así como las máximas autoridades del Partido y el Gobierno en el territorio participaron además en la conmemoración, junto a más de 10 mil cienfuegueros, en representación del pueblo cubano.
«Hasta el 5 de septiembre; aquí estaremos», había gritado a viva voz Raúl el pasado 26 de julio, desde la Plaza de la ciudad de Cienfuegos. Y regresó este lunes para rendir tributo a los valerosos combatientes que protagonizaron el alzamiento del 5 de septiembre de 1957.
Sesenta y cinco años después, también estuvo aquí el Comandante Julio Camacho Aguilera, revolucionario leal, uno de los organizadores de aquel levantamiento popular.
La música, la poesía y el arte, representativos de la cultura cienfueguera y nacional, brillaron en la tribuna levantada frente al entonces Colegio San Lorenzo.
El acto breve, pero directo en sus mensajes para adentrarse en la memoria, la sensibilidad y el compromiso de la nación, dio paso a las palabras del miembro del Buró Político y Secretario de Organización del Comité Central, Roberto Morales Ojeda.
«Aunque aquel 5 de septiembre Cienfuegos quedó aislada en la sublevación, dejó para la historia una lección de alto valor simbólico: la determinación de un pueblo a enfrentar un sanguinario ejército», aseveró el dirigente partidista, cienfueguero nacido después del triunfo de la Revolución.
En su intervención, donde repasó la historia y significó los inmensos desafíos y batallas que hoy libra el país, Morales Ojeda afirmó que una de las enseñanzas indiscutibles que nos dejó el alzamiento del 5 de septiembre «es el valor de la unidad. La unidad ha sido un principio sagrado que nos ha permitido llegar hasta aquí y afrontar la arremetida yanqui desde sus inicios».
Con la convicción profunda de la dignidad y la resistencia de toda una nación, aseveró que «nada detendrá el avance de la Revolución, cejar en ese empeño, sería traicionar la sangre que derramaron miles de patriotas y revolucionarios cubanos, entre ellos los mártires del 5 de Septiembre».
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