El Departamento de Justicia de Estados Unidos afirmó que permitir que la empresa china ByteDance siga operando TikTok en el país podría, supuestamente, permitir al Gobierno chino influir secretamente en las elecciones estadounidenses, informó la cadena CNN, citando un documento del ente.

Este documento fue en respuesta a la demanda presentada por Tik Tok después de que, en abril, el presidente estadounidense, Joe Biden, promulgara un proyecto de ley que prohibiría TikTok si su empresa matriz con sede en China, ByteDance, no vende el negocio estadounidense en un plazo de nueve meses.

'(Los algoritmos de TikTok son utilizados por China para) influir en las opiniones de los estadounidenses para sus propios fines (…) Entre otras cosas, permitiría a un gobierno extranjero interferir ilegalmente en nuestro sistema político y en el discurso político, incluidas nuestras elecciones', señala el comunicado.

Según el documento, el Departamento de Justicia cree que la aplicación TikTok recopila datos sensibles de sus usuarios en EEUU y que podría haber seguido instrucciones del Gobierno chino.

El comunicado afirma que el hecho de que China mantenga el control sobre TikTok supone, supuestamente, una amenaza para la seguridad nacional estadounidense.

Según el canal de televisión, en el documento el Ministerio de Justicia señala que ByteDance puede vender TikTok a una filial estadounidense, y entonces la aplicación podrá funcionar en el país sin interrupciones.

La compañía había presentado en mayo una petición ante el tribunal federal de EEUU para que derogara y declarara inconstitucional la ley firmada por Biden.

TikTok es una app para crear y ver vídeos cortos, propiedad de la empresa china ByteDance, lanzada en 2018.

Las autoridades estadounidenses expresaron su preocupación por la creciente popularidad de la red social TikTok en Estados Unidos durante la administración de Donald Trump.

Explicaron sus temores por el hecho de que los datos personales de los usuarios estadounidenses cayeran en manos de las autoridades de la República Popular China.

La empresa ha negado rotundamente en repetidas ocasiones tales acusaciones, alegando la protección de los datos de los usuarios y el hecho de que todos los datos de los clientes estadounidenses se almacenan en servidores ubicados en Estados Unidos.