EDITORIAL: Cuba, por todos los derechos
especiales
En un tema tan politizado como la promoción de los derechos humanos, Cuba puede mostrar credenciales. Más de una vez se ha pretendido sentar al país en el banquillo de los acusados, a partir de componendas orquestadas desde los centros de poder de una nación que no puede exhibir precisamente una limpia ejecutoria en el asunto: Estados Unidos.
Con la simplificación interesada del concepto (que ignora muchas de sus aristas) los que promueven una agenda anticubana pretenden ocultar la mayor violación de los derechos humanos del pueblo de Cuba: el bloqueo estadounidense.
Esa inhumana política vulnera con su sistema de sanciones el principal derecho humano: el derecho a una vida digna. Basta con revisar sus implicaciones concretas, que no afectan, como afirman sus promotores, a una "elite política" en Cuba. Afecta a todo un pueblo.
Como si tal genocidio que dura más de seis décadas no le bastara, el imperio del norte, no vaciló en usar la pandemia mundial de COVID 19 como un arma de guerra para intentar subvertir el orden gubernamental en la Isla. La nación que se autoproclama en gendarme de los derechos en el mundo es la misma que, curiosamente, todavía mantiene, en la ilegal Base Naval de Guantánamo, Cuba, una cárcel donde, además de practicar la tortura, se ha encarcelado durante décadas a decenas de personas que nunca fueron juzgadas en un tribunal de justicia. El mismo país que hoy acusa y encarcela a centenares de sus ciudadanos por intentar violar, durante el asalto al Capitolio del seis de enero de 2021, su muy "democrático" orden constitucional.
Cuba trabaja por garantizar en plenitud todos los derechos humanos refrendados por las Naciones Unidas. Todos, en su compleja integralidad. Recientemente se aprobó un revolucionario Código de las Familias, que respalda desde el entramado legal la diversidad de modelos de familia, y los derechos inalienables de todos los ciudadanos.
Frente a agresiones, frente a una guerra no convencional, el país insiste en consolidar un Estado de derecho, que se sustenta en la viabilidad y la justicia de un sistema político y social propio. Es una tarea de todos los días. Es una tarea de todos.
El Día de los Derechos Humanos, que se celebra cada 10 de diciembre, es un llamado de atención sobre desafíos permanentes de la Humanidad. Según la ONU, se asumen los derechos humanos como un ideal común. Todos los pueblos y naciones deben esforzarse, a fin de que tanto individuos como instituciones promuevan, mediante la enseñanza y la educación, el respeto a estos derechos y libertades.
No es una lista selectiva de derechos, que pueda ser esgrimida como justificación para injerencias. El objetivo debe ser la dignidad plena del ser humano, que conlleva también deberes y responsabilidades.
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