Dos hermanos hablan del mundo posible
especiales
Foto: Estudios Revolución
En el Salón Ayacucho del Palacio Presidencial de Miraflores, en la amada Venezuela hace exactamente 20 años este 30 de octubre, los Comandantes Fidel Castro y Hugo Chávez firmaron el Convenio Integral de Cooperación Cuba-Venezuela. Fue ese un gesto trascendental sobre el cual conversaron como hermanos, en la tarde de este viernes, los mandatarios Miguel Díaz-Canel Bermúdez y Nicolás Maduro Moros.
De manera virtual, en intervenciones de ambos que se fueron imbricando con tonos de alegría, reflexión y evocaciones, los dignatarios miraron a las dos décadas transcurridas, y también asumieron lo ya vivido por las dos naciones en términos de ayuda mutua, para entonces hablar de futuro, de proyecciones en grande en el contexto de Nuestra América.
“Compañero Presidente, qué felicidad poder saludarlo, saludar al pueblo de Cuba desde la Venezuela Bolivariana, desde la Venezuela en resistencia”, dijo Maduro a su par; y en su típica pasión cuando se expresa afirmó: “Aquí estamos, a veinte años precisamente de la firma de estos acuerdos del Convenio Cuba-Venezuela, que dieron el paso fundamental para avanzar en el proceso de unión profunda, de unión espiritual, de unión cultural, política de nuestros pueblos”.
El Presidente bolivariano recordó que el Convenio resultó un paso fundamental para lo que ocurrió después: el nacimiento de entidades de integración como el ALBA, la Celac, Petrocaribe, “el nacimiento de la nueva América Latina y el Caribe”.
Veinte años –calificó Maduro- de un camino labrado con una ética, con una moral, con una espiritualidad.
Intervino entonces Díaz-Canel, quien extendió un abrazo al hermano Presidente, así como a todas las hermanas y hermanos venezolanos. “Nos satisface mucho estar junto a ustedes conmemorando ese importante acontecimiento a veinte años”, expresó; y habló de un lapso “que nos ha dado (…) enseñanzas, aprendizajes, y nos ha demostrado que hay una manera distinta de cooperar entre los pueblos, y que si esta cooperación fuera la que predominara en el mundo, todo sería mejor”.
Maduro Moros comentó que había estado revisando “los números de la cooperación. Toda la cooperación en el campo de la salud. Han venido miles de médicos, médicas, enfermeros, enfermeras para la Misión Barrio Adentro. Precisamente esa Misión de Salud, histórica, que es la operación humanitaria más grande que jamás se haya visto en América Latina y el Caribe.”
Enumeró además a los internacionalista de la Cultura (que llegaron a la nación sureña a través de la Misión Cultura Corazón Adentro), a los que han laborado en el campo del deporte. No pasó por alto “cuánto (los cubanos) le han dado a nuestro pueblo, y todo lo que hemos hecho también en distintas etapas, en el campo energético, petrolero, y seguimos haciendo, y vamos a seguir haciendo en el campo comercial también”.
Hay un mundo que se pierde de vista si se trata de mirar hacia adelante. Por eso el Presidente venezolano habló de todo lo que puede crearse. “Si todos los pueblos del mundo basaran sus relaciones en los principios de la solidaridad, la cooperación, la complementariedad, la hermandad, en la espiritualidad profunda de Bolívar, de Martí, de su historia, otro mundo existiría, otro mundo sería posible”, subrayó Maduro en apoyo a una reflexión de su homólogo.
“Gloria al pasado, gloria a los logros, pero sobre todo pensemos en el futuro, pensemos en grande, actuemos en grande –propuso. Hay muchas cosas que hay que hacer y donde nosotros tenemos que empeñar y comprometer y cumplir nuestra palabra, en todos los campos, pero sin lugar a dudas, Presidente Díaz-Canel, compañeros allá en Cuba, tenemos que hacer un reformateo de las relaciones Cuba-Venezuela en el marco del ALBA, para pensar en el desarrollo económico, científico, tecnológico, en todos los campos del desarrollo de la economía”.
Mencionó igualmente a los ámbitos agroalimentario, el petrolero, del comercio, de los bienes y servicios. Habló de trabajar, de unir esfuerzos con paciencia, con consistencia, con perseverancia. “Las grandes tareas de nuestros países y nuestros pueblos, viendo el siglo XXI hacia adelante, son las tareas del desarrollo integral de la economía, del desarrollo de las fuerzas productivas, con perseverancia sembrar hoy lo que vamos a recoger mañana”, recalcó.
El Presidente venezolano detalló: “Allí vamos apuntando: al desarrollo, a la solución de los problemas a través de la ciencia, a través de la técnica, a través de la cooperación internacional con países hermanos como China, Rusia, que han resuelto problemas por la vía del conocimiento, de la ciencia, de la técnica”.
Maduro se refirió a “integrar los equipos, integrar los motores”. Recordó que Venezuela, para seguir de pie ante la embestida imperial, definió 16 motores de resistencia, de crecimiento y de desarrollo que fueron diseñados en el 2016. “Con esa definición, recordó, nos metimos a trabajar en la defensa de la economía real”.
“Yo te puedo decir, comentó Maduro a Díaz-Canel, ya casi terminando el año 2020: aquí estamos, como dicen allí en Cuba, enteros, de pie, luchando y victoriosos”. Y esa es la razón por la cual propuso al Jefe de Estado de la Mayor de las Antillas “integrar los motores. Yo te propongo que hagamos una jornada de trabajo presidida por ti, presidida por mí, muy pronto, pongamos una fecha, en la próximas semanas, quizás en diciembre, hagamos una jornada de trabajo y pidamos a nuestros equipos económicos la integración de los motores de la economía real que podamos, que necesitemos, que visualicemos, vamos a poner lo económico, la economía real, productiva, en el centro de nuestros esfuerzos, poner todas nuestras mentes, poner todo nuestro espíritu, poner todo nuestro esfuerzo, todo nuestro liderazgo, todo nuestro trabajo diario”.
Ante el razonamiento Díaz-Canel Bermúdez dijo: “Querido hermano, de acuerdo con tus ideas, y con tus propuestas, yo creo, además, que la experiencia que hemos acumulado en estos años de cooperación, a partir de la idea que tuvieron los Comandantes Chávez y Fidel, nos ha curtido en una manera distinta de hacer las cosas en materia de cooperación”.
El dignatario cubano describió un mundo donde se van derrumbando todos los paradigmas neoliberales, donde están siendo cuestionados todos aquellos que han visto al Estado desde una posición minimizada, donde se han roto los paradigmas de aquellos que no hicieron políticas públicas para sus pueblos, ni dieron la participación a sus pueblos para enfrentar los problemas.
Recordó entonces que hay otro paradigma, “el que defendemos nosotros, desde nuestras posiciones en Venezuela, en Cuba, que es el que ha dado resultados en el enfrentamiento ahora a la pandemia, que es el que demuestra que son causas emancipadoras, que pueden promover programas como el que ustedes han aplicado con los motores de la economía real en Venezuela, que en el caso de nosotros es la estrategia económica y social que hemos previsto y la que ya estamos implementando para enfrentar la crisis multidimensional que hay en el mundo y que ha sido acrecentada también por la pandemia; “y es por eso que no es casual, Maduro, que ante la perseverancia de pueblos como los nuestros el imperialismo acude a las mismas herramientas, a la misma perversidad, de manera prepotente, y hoy hay que decir que tanto la Revolución Bolivariana como la Revolución cubana son cruelmente amenazadas, son cruelmente bloqueadas”.
“Hay un ensañamiento tremendo hacia nuestras causas, pero como tú mismo decías y aquí decimos, aquí estamos, viviendo, y además venciendo”.
EVOCACIÓN DE AQUEL DÍA 30
Nicolás Maduro buscó en su memoria para describir en detalles cómo fueron aquellas horas en que nació un Convenio de largo aliento. Tenía él 38 años, era diputado, y el Comandante Hugo Chávez le dio la tarea de que formara parte del Comité Organizador a cargo de la Visita de Estado de Fidel a tierra bolivariana, la cual estaba programa del 27 al 30 de octubre.
“Eso fue en al año 2000 –rememoró- después de la victoria de Chávez, la victoria que tuvimos luego de la Constituyente, en el proceso llamado de relegitimación, donde se eligieron el Presidente de la República, la Asamblea Nacional, todas las gobernaciones y todas las alcaldías, una mega elección, y tuvimos una gran victoria…”.
Luego de ese momento de triunfo el Comandante Chávez se juramentó, y lo primero que hizo fue alistar las condiciones para aquella Visita de Estado. Maduro recordó este viernes, en el encuentro virtual, el histórico discurso de Fidel en la Plaza Bolívar, y el modo en que el líder de la Revolución Cubana pidió a los venezolanos prepararse para los tiempos futuros.
En su recuento trajo a colación la visita de Fidel al Estado Barinas, hasta el pueblo de nacimiento del Comandante Chávez (Sabaneta de Barinas), y después el paso por el Estado Portuguesa, y de ahí a Barquisimeto por tierra, con Chávez “manejando el carro”.
Maduro no olvida que el Presidente cubano llegó a Barquisimeto a participar en un juego de pelota que resultó “como siempre muy simpático, jocoso”.
La evocación llegó hasta el 30 de octubre, a las cinco y media de la tarde en el Palacio Presidencial de Miraflores, en el Salón Ayacucho, perfectamente decorado, arreglado para la ocasión, donde Fidel y Chávez, “como dos gigantes abrazados”, firmaron el Convenio.
“A nosotros nos toca continuar una historia tan grande…”, reflexionó el Presidente bolivariano, quien dijo que con la firma del Convenio, “sin lugar a dudas se inició, desde la Patria de Bolívar y de Martí, desde esas dos raíces tan poderosas, desde el punto de vista doctrinario, patriótico, latinoamericanista, la reunificación de América Latina y el Caribe”.
Eso, denunció, es lo que el imperialismo, con persecución, bloqueo, amenazas, sanciones, quiere evitar: la consolidación de los procesos de independencia, de nueva independencia, de dignidad, de patriotismo, de los procesos que apuntan hacia las ideas de Bolívar, de Martí, y de los grandes libertadores de América. “No han podido ni podrán”.
PALABRAS DE EMANCIPACIÓN
El Presidente Díaz-Canel dedicó unos minutos a recordar aquellos días de nacimiento del Convenio, múltiples detalles que pertenecen a distintas etapas de su trabajo como dirigente en Cuba, y desde cuyas responsabilidades vivió tareas que tenían que ver con aquel puente de dos vías entre dos naciones.
“Quería darte ante todo las gracias por convocarnos a este encuentro, y por estar. Lo que celebramos hoy es muchísimo más que el aniversario de un Convenio. Es el renacimiento del sueño de Bolívar, al que Martí también consagró todas sus energías”.
“Aunque todavía no esté en nuestros libros de historia, la firma del Convenio Integral de Cooperación Cuba-Venezuela es un hecho histórico (…). Es un acto de independencia que marca un tiempo nuevo para América Latina y el Caribe: es un tiempo del intercambio entre iguales, de la conversión de las palabras a hechos, del abrazo solidario expresado en obras concretas para el beneficio de los pueblos, y también es la semilla de la que brotaría el árbol del ALBA”.
Al referirse al corazón del Convenio, el dignatario recordó que este hizo posible la articulación de programas como Barrio Adentro I y II (los de mayor impacto, por los cuales nuestros colaboradores están en 24 estados y 335 municipios del país sureño); la declaración de Venezuela por la UNESCO como país libre de analfabetismo (fruto del Convenio); la Misión Milagro; la Misión Barrio Adentro Deportivo; las Misiones educativas Ribas y Sucre para la promoción de bachilleres y de la universalización de la enseñanza superior; y la Misión Cultura Corazón Adentro.
“Fue el Comandante en Jefe Fidel Castro, destacó Díaz-Canel, quien delineó directamente los principios fundamentales de la cooperación entre nuestros países, junto a Chávez (…) basados en atender bien al pueblo venezolano, preparar el relevo con profesionales venezolanos y cuidar también de nuestros colaboradores. Y el General de Ejército, Raúl Castro Ruz -que ha sido un continuador de todas estas epopeyas- reafirmó posteriormente esos principios que han sido, son y serán la guía de la presencia cubana en la hermana República de Venezuela”.
En otro momento de sus palabras el mandatario expresó: “Te ratifico, hermano Maduro, les ratificamos a hermanas y hermanos venezolanos que, a pesar de los chantajes y amenazas del gobierno de los Estados Unidos, nuestra decisión y compromiso de mantener la colaboración con la hermana nación bolivariana, es inamovible”.
LA OBRA QUE ESTÁ POR DELANTE
“Habla Díaz-Canel de nuevos paradigmas, solidarios y humanistas. Y nosotros podemos decir desde Venezuela, desde Cuba a los pueblos de América Latina y el Caribe, al pueblo de Estados Unidos, a los pueblos del mundo: sí se puede, otro mundo es posible”, ratificó Nicolás Maduro.
El Presidente venezolano afirmó que la cooperación se puede planificar. “Aquí nosotros podemos plantearnos objetivos grandes”, dijo mirando al año 2020, y al 2030: “Vamos a plantearnos diez años de construcción de la resistencia y el desarrollo”.
Maduro habló de “diez años para meterle el pecho, para meterle los brazos, para meterle el alma al desarrollo integral”. Trabajar en lo socio-económico, lo cultural, lo científico, lo técnico, todo compartido, de Cuba y Venezuela, del ALBA, “porque cuando hablamos del desarrollo integral de nuestros pueblos hablamos en grande, de América Latina y el Caribe; y si alguien lo demuestra todos los días es nuestra hermana Cuba, si de alguien hay que aprender solidaridad, desprendimiento, sacrificio y hermandad, es de nuestra hermana Cuba”.
Un pase televisivo al Estado de Miranda, al Centro de Salud Integral Salvador Allende, formó parte del intercambio virtual. Nacido en el año 2006 en tierra venezolana, ilustra lo que puede hacerse por el ser humano en tiempos de Revolución.
A propósito de ese lugar armado con equipos de tecnología muy moderna, resultó inevitable recordar a Fidel y a Chávez. Hay una carga simbólica y sentimental tremenda en la reinauguración de este Centro, dijo Díaz-Canel, quien trajo a colación el legado de Allende, intensamente recordado en días recientes.
En todo cuanto se dijo en el encuentro de este viernes, estuvo ese espíritu de lo logrado en veinte años de hermandad. Se conversó, por supuesto, de la lucha contra la COVID-19, y hacia el final de la jornada, Díaz-Canel subrayó: “nuestros dos pueblos tienen que asumir la continuidad por convicción, la tenemos que asumir con toda fidelidad y con toda lealtad”.
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