Deporte cubano en 2021: El canotaje, fuerza, tradición y luces a futuro (+ Videos)

Deporte cubano en 2021: El canotaje, fuerza, tradición y luces a futuro (+ Videos)
Fecha de publicación: 
29 Diciembre 2021
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El C-2 masculino de Serguey Torres y Fernando Dayán Jorge es la columna vertebral y referente del canotaje cubano.

Si hay un deporte que al caer e telón de este 2021 me deja un sabor agradable, de rescate de un poder histórico, de una tradición sólida; de una proyección futura cuasi endemoniada, ese es el canotaje.

Todavía repaso aquella madrugada pletórica en la cual Serguey Torres y Fernando Jorge Dayán se apoderaron del Olimpo en el canal Sea Forest de Tokio a fuerza de paletadas, con 3:24.995 minutos que se convirtieron en el mejor tiempo patentado por una regata en Juegos Olímpicos.

Pero hay más, sí, mucho más. 

Bajo el excelso entorno de los cinco aros también se incluyeron en finales A Yarisleidi Cirilo-Katherine Nuevo en el C-2 femenil, a sí como el singlista José Ramón Pelier en el C-1 a mil metros. Ninguno de ellos, a excepción de Serguey (34 abriles), supera los 22 abriles, de ahí que con certeza hablemos de un relevo 100% garantizado y una proyección de lujo rumbo a París 2024.

Claro, que los JJ.OO. son el cénit de un cuatrienio, de un lapso prolongado de preparación, puesta en forma crecimiento… Y antes hay varias escalas intermedias nada despreciables en el caso del piragüismo, como lo fueron las paradas de Copas del Mundo de Poznan y Barnaul.

Otro elemento destacable ha sido la estabilidad de nuestros canoístas durante todo el año, pues sin apenas poder tomar un verdadero respiro, encararon el Mundial de la especialidad en Copenhague, Dinamarca, donde un subtítulo y dos bronces fue la foja sacada de esas gélidas aguas.

En el caso del binomio Serguey-Fernando, se convirtieron en la única pareja de canoístas capaz de eslabonar preseas en cuatro ediciones mundialistas consecutivas.

 Pero no solo se trata de las preseas. En aguas danesas también hay que ponderar el séptimo puesto de José Ramón Pelier en el C-1 a 1 000 metros (3:58.29 minutos), su noveno en la final de los 500-1:50.57, ratificándose en la élite de la canoa individual; como también lo hizo Fernando Dayán en el C-1 a 5 000 donde recaló octavo (24:28.92), una prueba que se desarrolla para modelar capacidades como la resistencia a la fuerza, amén de no formar parte del programa oficial de eventos múltiples.

Y si de capacidades y forma deportiva, ese extra tan necesario, se trata, hay que ponderar la fortaleza de la guantanamera Cirilo, quien remó en siete regatas, sumando a sus dos preseas a dúo con Nuevo, sus respectivos noveno (48.85 segundos), y décimo (28:56.49 minutos) escaños en el C-1 a 200 y cinco kilómetros.

Aunque también es válido señalar que quizás ese desgaste excesivo pudo incidir en las molestias presentadas posteriormente en su rodilla y hombro, las cuales le impidieron patentar su condición de favorita en los I Juegos Panamericanos Junior de Cali, Colombia.

En el caso del certamen del orbe y gracias al Tem Vívela atestiguamos que el canotaje antillano se reafirmó en el escaño 29 del medallero histórico de estas justas (3-10-10), entre un total de 46 naciones con al menos un metal. Además, somos los segundos a este lado del Atlántico en cuanto al total de preseas, únicamente superados por Canadá (32-22-24), y gracias a la compilación estadística del Team Vívela.

 

El extra en Cali Valle

Cuando podía parecer que el tanque de combustible se vaciaba, que nuestros noveles piragüistas no podrían con el peso de otra competencia de rigor en aguas caleñas, remaron y de qué manera para con foja de 2-1-0 preseas situarse cuartos del torneo de la disciplina en territorio cafetero, antecedidos por Argentina (5-1-2), México (2-5-5), y Chile (2-4-3), países que presentaron armadas mucho más nutridas que la nuestra.

Acá no solo ponderar los éxitos de Pelier y Nuevo en el C-1 en solitario, sino también el subtítulo del kayacista Reinier Carrera monteagudo en el K-1 a mil metros; así como los respectivos cuarto y quinto escaños de su coequipera Madelen Heredia en el K-1 a 200 y 500 metros.

El hecho de poder reinsertar al kayak desde esa categoría en la élite continental habla de que de cara a los Juegos Panamericanos de Santiago de Chile 2023, bien pudieran pugnar por el podio de premiaciondes, de continuar lógicamente con su curva ascendente de rendimientos y desarrollo.

 

A propósito de variables de desarrollo

¿Qué hay que imprimirle al canotaje para que el ascenso sea progresivo y se estabilicen rendimientos en ese entorno cualitativo supremo?

Lo primero es reforzar el componente técnico de nuestras tripulaciones y botes, cuestión medular en aras de sostener ese crecimiento y estabilizar perfomances de relieve.

Cuestión que debería hacerse acompañar de un despliegue táctico para enfrentar regatas en extremo difíciles, y seguir fortaleciendo el componente psicológico, que, tras esta demostración mundialista, debe estar por las nubes en materia de autoconfianza y predisposición a escenarios de máxima tensión. Este último punto arraigado además en un año de ensueño, de ahí que hayamos decidido radiografiar de manera independiente a este deporte.

El aspecto físico y la ampliación o aumento de las capacidades que actualmente poseen, deben ir a la par de las cuestiones antes esgrimidas, sin descuidar elementos asociados a los niveles de asimilación de cada atleta, en correspondencia con sus edades, desarrollo biológico, y concentración de la atención durante una jornada X incluso, pues no todos inician cada sesión de entrenamiento con la misma disposición y enfoque.

Hablamos de una especialidad que en el día en ocasiones se somete hasta a tres sesiones preparatorias. 

A lo cual añadiría mantener una estabilidad competitiva en lides de rigor, como el circuito de copas del Mundo y los Campeonatos Mundiales, donde pudiera analizarse la posibilidad, en dependencia de la disponibilidad económica, de insertar al menos a nuestros mejores kayacistas de la actualidad.

El haberse incluido en el caso de la columna vertebral de nuestra armada, prácticamente todos en finales A en los Juegos Olímpicos de Tokio, y en el certamen del orbe, deviene un excelente medidor, y argumento respecto a sus virtudes y potencialidades.

Tocará a Yosniel Domínguez, Nelson Perales y el resto del colectivo técnico, continuar esculpiendo y consolidando el talento del cual hoy disponen. Este ciclo de tres años lo exige con mayor celeridad y exactitud. Ya el conteo regresivo rumbo a París 2024 se inició en Copenhague y Cali. Confiemos que los nuestros, en ese horizonte parisino, vuelvan a cruzar la línea de sentencia a fuerza de paletadas, entre los primeros.

las noveles Cirilo y Nuevo se insertaron en la élite mundial de la canoa femenina con menos de 20 abriles.
José Ramón Pelier se codea con los mejores del mundo en una especialidad tan rocosa como la canoa individual.

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