Denisse Ricardo: «Los delegados son la voz del pueblo»

Denisse Ricardo: «Los delegados son la voz del pueblo»
Fecha de publicación: 
22 Abril 2022
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Fotos: Cortesía de la entrevistada

La conocí en la Primera Feria de Desarrollo Local de La Habana, durante un espacio teórico. Creo que era la única delegada de circunscripción entre el auditorio (pequeño, por cierto). Pidió la palabra, preguntó, se interesó por oportunidades de superación, expresó su interés en ser parte activa de los proyectos de su municipio (Playa), impulsarlos y apoyarlos. Quise conversar más con aquella muchacha inquieta y comenzamos precisamente por el papel del delegado en el desarrollo local.


En la Primera Feria de Desarrollo Local de La Habana.

—¿Por qué es importante que los dirigentes de base del Poder Popular se conviertan en protagonistas del desarrollo local?

—Estamos hablando de la autonomía que debe tener el municipio desde la Constitución, pues hay que involucrar a la población en la construcción de ese desarrollo económico; no logras que ellos se sientan parte del desarrollo del municipio y de lo que está pasando desde el punto de vista económico y social en el municipio. Por eso, cuando intercambiamos en la Primera Feria de Desarrollo Local, decíamos que es importante que en el proceso de diseño de un proyecto de desarrollo local se cuente con los factores de la comunidad donde va a estar ese proyecto y que se parta de una necesidad o de problemas que están sin solucionar en ese municipio. De esa manera, ya los mismos habitantes del municipio ven que se está pensando en ellos, porque estás contando con ellos, en primer lugar, partiendo de tu delegado, de los factores, de los propios habitantes, para el diseño del Proyecto de Desarrollo Local y, una vez que esté conformado, no es tan solo para generar ingresos, sino para generar transformaciones desde el punto de vista social también, no es tan solo económico. Desde el propio diseño y luego en la implementación, se tiene que ver cómo se va a ir involucrando en esa cotidianidad que tiene la comunidad. El Proyecto de Desarrollo Local no es tan solo para el impacto económico, sino también para el impacto social, ya sea con las madres desempleadas, con los jóvenes que necesitan motivaciones...


Recorrido por La Corbata, un barrio en transformación.

—¿Qué tiempo llevas como delegada de circunscripción? ¿Con qué edad comenzaste?

—Llevo como delegada dos mandatos. Comencé el 13 de mayo de 2015. En aquel momento tenía 30 años. Empecé sin ningún tipo de experiencia de cómo era el trabajo del Poder Popular, que es toda una escuela. Además, con una formación empresarial, que difiere mucho de lo que se hace en esta función. Pero el delegado, fundamentalmente, tiene que trabajar con el corazón, y cuando tú entregas los sentimientos y el compromiso con la Revolución, cada día te vas involucrando más con los problemas, con las dificultades, y a veces dices «no puedo, me voy para mi profesión y ya», pero al final sigues, y es como si fuera algo que cada día va haciéndote más partícipe de esa cotidianidad, de esas situaciones que están afectando a los adultos mayores, a los jóvenes, y tú quieres ser parte de la solución de esos problemas y dices «un poquito más, puedo más». Yo digo siempre que el Poder Popular para mí ha sido una segunda universidad. No te lo enseñan en ningún lugar, es el día a día. Ahora hay leyes como la 132, que es el funcionamiento de la Asamblea; la 139, que es el funcionamiento del Consejo de la Administración, que te exponen más claramente lo que debes hacer, pero más que la ley, es el compromiso que tienes todos los días con ese pueblo que te eligió.

—¿Cómo llegaste a ser delegada?, ¿qué te motivó? 

—Te voy a ser franca, realmente fue algo que sorprendió hasta a mi familia. En ese año sucedió que la última rendición de cuentas que le quedaba a la circunscripción 50 era mi CDR. Cuando se comenzó el proceso de nominación de candidatos, se tenían tres propuestas, y antes de terminar el proceso, dos de ellas ya habían renunciado a la candidatura para ser nominados a la Asamblea Municipal. Quedaba una sola persona, que era una oficial de las Fuerzas Armadas, entonces fueron a conversar con mi mamá, que comenzaba a ser jubilada y era una de las secretarias del núcleo zonal. Yo estaba sentada en la mesa de mi casa, fue así tan espontáneo: llegaba de mi trabajo, estaba comiendo... En aquel entonces era compradora internacional de ATEC Comercial, la importadora de Gaviota. Los escuchaba hablando y aquella emoción de la necesidad de ese compromiso con el Partido del que hablaba mi mamá, de la necesidad de un delegado que se comprometiera con los problemas del pueblo; entonces yo, sin ton ni son, les dije: yo estoy de acuerdo con que me propongan. 

«Se hizo la reunión y yo prácticamente me autopropuse. Realmente no pensé que me seleccionaran, porque me conocían muy poco. Cuando yo me mudé para Playa venía con mi niño de seis meses de nacido, venía de Habana del Este, donde sí había sido dirigente pioneril, de la FEEM, maestra en una escuela de la comunidad, pero llegué a la circunscripción 50 siendo madre trabajadora, estudiando en la Universidad, con un compromiso desde el punto de vista laboral que no me permitía tener ese contacto con la población, pero bueno, el pueblo confió en mí, y así comienza mi historia como delegada».

—¿Cómo combinas esa tarea con trabajo y vida personal?

—Realmente es toda una locura, pero yo digo que yo surjo y existo porque tengo excelentes factores: el funcionamiento de los CDR, la Federación, la Asociación de Combatientes, el núcleo zonal, son mi acompañamiento, y gracias a ellos, que van ayudándome todos los días en las tareas que tiene el delegado, he logrado combinar las dos funciones y la de madre también, gracias a mi familia. Le agradezco a muchas personas que están apoyándome, acompañándome, y permiten que, sin llegar a una rendición de cuentas o al día de atención a la población, yo sepa los problemas que van a afectar a la circunscripción, y muchas veces vienen ya con propuestas de solución. 

«Mi magia es involucrar a todos. Yo existo gracias a ellos y necesito, para seguir, del apoyo de ellos, y eso es lo que ha ayudado a que yo pueda combinar las dos labores y la más importante de mi vida, que es la de ser madre de un niño de 15 años, que siempre dice cuando ve mi biografía publicada que lo que no está escrito ahí es que desde el 2007 yo di a luz al amor de mi vida, que es él, y que también él vive orgulloso de que soy delegada. Por eso entiende cuando llego tarde porque estoy visitando a un adulto mayor, o atendiendo a una embarazada, o porque estoy dando recorridos por la circunscripción para ver si Comunales recogió la basura, si están las luminarias, el problema de los salideros, si no entró agua... Saber que él siente orgullo de que su mamá está haciendo eso, creo que ha sido mi mayor motivación».


Denisse junto a su hijo.

—¿Y el mayor obstáculo?

—Yo siempre digo que es el acompañamiento que necesita el delegado de las entidades de subordinación municipal y provincial. Ese fue el mayor obstáculo que tuve al principio, en primer lugar, por no conocer cómo era el trabajo del Poder Popular, y en ese tropezar, a estas alturas, logré resolver el planteamiento más antiguo que tenía la circunscripción 50, de más de 35 años: el edificio 8644, que hoy ya no existe, estaba en peligro de derrumbe, con seis familias, y entre las características de esas familias tenía cuatro menores y una cuadripléjica que vivía en la segunda planta. Intentar resolver esos planteamientos envejecidos fue mi mayor dificultad. No porque me faltara voluntad, sino por no conocer realmente cómo se resolvían los planteamientos, cómo llegar a la solución, cómo tocar la puerta y encontrar ese acompañamiento del que tanto nuestro presidente Díaz-Canel habla que debe tener el delegado.


En una actividad en el Sistema de Atención a la Familia, que está en la circunscripción 50.

—De hecho, en esas entidades es donde están las soluciones, generalmente. La función del delegado sería más bien gestionarlas, ¿no?

—Mira, la rendición de cuentas del delegado hacia sus electores es el momento en que tú expresas todo lo que has hecho para defenderlos a ellos como pueblo en las asambleas, en las comisiones permanentes de trabajo, en las reuniones del Poder Popular, en la tramitación de sus planteamientos y las quejas que recibes en los días de despacho, pero ¿por qué surge un planteamiento? El planteamiento surge por dificultades que puedan existir en una entidad de subordinación municipal y provincial, porque aquí todo está legislado, todo está escrito cómo debe hacerse. Entonces es imprescindible que esas entidades funcionen bien, que esos inspectores, esos compañeros de atención a la población, trabajen más con el pueblo. Hoy nuestro pueblo necesita más respuestas a los planteamientos que realmente tienen un impacto social, esos que van a llegar al corazón del pueblo, y para eso falta que esas entidades se sensibilicen un poco más.

«Muchas veces el delegado no tiene la explicación porque no tiene la preparación: no es ingeniero eléctrico y debe resolver problemas con la OBE, no es ingeniero hidráulico y trabaja con Aguas de La Habana, y así sucesivamente con los diferentes problemas que se le presentan. Eso es parte del acompañamiento que necesitas de las entidades de subordinación municipal, para poder dar la respuesta que necesita el pueblo. El pueblo necesita que se resuelvan sus problemas, pero también que se le explique por qué hoy este problema que te está afectando no se puede resolver. A veces, por ejemplo, tienes salideros, y qué reconfortante es ver que el Director de Aguas de La Habana está caminando con el delegado, viendo si tengo este salidero aquí y aquel allá; a lo mejor se demora 15 días en resolver, pero ve el pueblo que esa entidad acompaña al delegado, y ve que el delegado está intentando resolver el problema, y esa es una satisfacción que tiene el pueblo».


Intercambio con estudiantes de la CUJAE sobre el funcionamiento de la Asamblea (Kcho Estudio Romerillo).

—¿Cuál es la función esencial del delegado?

—El primer ejercicio de democracia es cuando el pueblo elige a la persona que lo va a representar. Por tal razón, el delegado es el que representa a sus electores a nivel municipal, provincial y nacional. Esa es la voz que tienen esos electores para que se resuelvan sus problemas, sus necesidades, para que se ventilen sus criterios. El delegado tiene varios escenarios: es parte del Consejo Popular, de las Comisiones Permanentes de Trabajo, y en cada una de ellas hay una representación del Consejo Popular; está la Asamblea Municipal, y así sucesivamente, pues los delegados son la voz del pueblo hasta la Asamblea Nacional.

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