El Gobierno de Brasil creó un grupo de trabajo entre ministros y el Gobierno de Amazonas, así como destinó 28 millones de dólares para obras de dragado en los ríos debido a la grave sequía que afecta actualmente a la mayor parte de la región considerada “el pulmón del planeta”.

Nueve de cada diez ciudades en ese estado brasileño están en situación de emergencia o alerta por dicho fenómeno.

Los afectados suman 111.000, pero esta cifra puede llegar a los 500.000 para finales de octubre, a partir del desabastecimiento de agua y comida.

Por su parte, la ministra de Medio Ambiente del país suramericano, Marina Silva, afirmó que "la situación es muy preocupante”. Asimismo, indicó que el bajo nivel de los ríos y las aguas cada vez más cálidas han matado a masas de peces que flotan en la superficie de los ríos y contaminan el agua potable.

Señaló que la Fuerza Aérea enviará por aire suministros de agua, alimentos, medicinas y otros recursos a los estados de Amazonas y Acre.

Según la experta, este evento está dado por el del fenómeno El Niño, que este año ha tenido un impacto mayor que el normal, mezclado con cambios en los patrones meteorológicos provocados por el calentamiento global.

La titular del sector advierte que esta sequía "es incomparablemente más fuerte y podría ocurrir con más frecuencia".