Bailarines defienden la danza como expresión de identidad en Cuba

La danza constituye una plataforma para llevar a cada rincón del planeta 'nuestra identidad, los rasgos inconfundibles de profusa cubanía', afirmó hoy Dani Hernández, primer bailarín del Ballet Nacional de Cuba.

En exclusiva con Prensa Latina, Hernández destacó el rol de los integrantes de los conjuntos danzarios en la mayor de las Antillas como embajadores de su cultura, en tanto han dotado de prestigio y gloria esta manifestación dentro y fuera del país.

'A la llegada del gobierno revolucionario al poder (1 de enero de 1959), este se encuentra con un ballet completamente destruido y no tardó en acudir a los máximos maestros de la disciplina en nuestro país, Alicia y Fernando Alonso, para confiarles la misión de reorganizarlo', recordó el bailarín.

Con motivo del Día Internacional de la Danza, Hernández evocó la creación de la ley 812 en el año 1960, que garantizó la existencia del Ballet Nacional de Cuba (BNC), la fundación del sistema de enseñanza artística, así como el diseño de una política cultural que permitió el desarrollo de excelentes profesionales.

'El Estado patentizó un total respaldo económico y moral para su desarrollo hasta nuestros días. Los bailarines pasaron de no tener nada, a disponer de una compañía, que les garantizaba todos los implementos materiales necesarios para alcanzar el mayor potencial artístico posible', agregó el artista.

Por su parte, la directora del BNC, Viengsay Valdés transmitió -desde las redes sociales- su felicitación por el Día Internacional de la Danza y ratificó la presencia de esta manifestación 'en nuestras mentes, en nuestros corazones a pesar de no tener nuestros espacios habituales', a causa de la pandemia de la Covid-19.

'Hoy día se sigue bailando en nuestras casas, en nuestros ambientes, de alguna forma virtual; pero no hemos dejado de bailar', apuntó Valdés mientras ratificó el compromiso de continuar danzando y difundir el talento cubano.

En ese sentido, la primera bailarina del BNC, Sadaise Arencibia manifestó la necesidad de disfrutar, en estos tiempos de crisis sanitaria, de todo lo que es capaz de transmitir el cuerpo en movimiento para invitar a la reflexión, la libertad y renacer entre las adversidades.