Amílcar Salatti y la responsabilidad de crear
especiales
“Al habla con los muertos” parece ser uno de los próximos retos en términos de escritura del creador Amílcar Salatti, que ahora apuesta por los ruedos del humor. Y qué bueno que la no complacencia con un camino ya probado lo hace buscar otras aristas de creación, luego de que en materia de dramatizados ha regalado excelentes propuestas.
Para Salatti repensarse la historia y la mirada a lo social cobran vital importancia, y ciertamente la pequeña pantalla se va tornando el medio ideal para sintetizar un caudal de emociones, sensaciones y experiencias que él tiene delimitadas. Hay un sello en lo que dice que, lejos de atraer lo melodramático, sin que esto no pueda ser una fórmula plausible, Salatti ha llegado mucho más allá. Sus personajes son colocados en situaciones límites desde la más completa naturalidad.
No crea héroes sino hombres de carne y hueso, que con virtudes y defectos luchan por insertarse en la sociedad en toda la complejidad que ello significa. Sus personajes ríen, lloran, mienten, se ilusionan y sobre todo deciden vivir de forma intensa, en el medio que les ha tocado. Lo romántico de sus acciones no se ausenta, queda sustentado en esa necesidad de crecer en cualquier circunstancia.
Amilcar Salatti ha creado un estilo para narrar desde la sobriedad que no les falta a sus personajes, seres activos de los que siempre se logra extraer una enseñanza, sin parlamentos extensos o loas reflexivas, sino sobre la base de una consecución de acontecimientos que pueden haber sido revisitados por los televidentes desde experiencias propias o simplemente referenciadas.
Llenos de buenas expectativas esperemos entonces la propuesta que hará Amílcar Salatti desde la responsabilidad que representa hacer humor. Ya él tiene un camino transitado con la credibilidad de quien cuenta con honestidad, expresión suprema que sirve también para hacer reír desde la verdad.
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