2020, un año de desastres naturales. Hubo de todo
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Un hombre carga algunos artículos en bolsas de plástico por las calles inundadas de Karachi, Pakistán, el 26 de agosto del 2020. (ASSOCIATED PRESS)
La naturaleza golpeó implacablemente en el 2020 con desastres relacionados con el cambio climático que sembraron muerte y destrucción.
La pandemia del coronavirus se sumó a una cantidad sin precedentes de tormentas con nombre en el Atlántico, incendios forestales en California que abarcaron la mayor superficie quemada hasta ahora en una temporada, feroces inundaciones en Asia y África, y altas temperaturas que derritieron el hielo del Ártico. Fue un año de desastres naturales y de cambio climático alimentados en parte por la quema de carbón, petróleo y gas natural, según los científicos.
Estados Unidos no solo fijó un récord en cuanto a la cantidad de desastres naturales con daños de por al menos mil millones de dólares cada uno. Lo destrozó, según la Administración Nacional del Océano y la Atmósfera (ANOA).
En septiembre ya se había igualado el viejo récord de daños por valor de 16.000 millones de dólares. Cuando se completen los cálculos a fin de año, las autoridades calculan que esa cifra habrá llegado a 20.000 millones.
Con 30 tormentas nombradas, la temporada de huracanes del Atlántico superó la marca fijada en el 2005. Se acabaron los nombres registrados previamente y se tuvo que acudir al alfabeto griego. Diez de esas tormentas ganaron fuerza rápidamente y se hicieron muy peligrosas. Una docena tocaron tierra en Estados Unidos, batiendo la vieja marca de nueve. Y Louisiana fue golpeada cinco veces. En determinado momento, la Cruz Roja Americana tenía 60 hoteles de Nueva Orleáns llenos de refugiados.
Una gran sequía y altas temperaturas provocaron incendios forestales que quemaron 16.907 kilómetros cuadrados (6.528 millas cuadradas), dos veces el viejo récord. En el 2020 se registraron cinco de los seis incendios forestales más grandes en la historia de California. También hubo grandes incendios forestales en Oregón y Colorado. Más de 10.000 edificios resultaron dañados o destruidos y al menos 41 personas fallecieron.
Entre incendios y huracanes, la Cruz Roja Americana acumuló 1,3 millones de noches en refugios a personas damnificadas, cuatro veces el promedio anual de la década previa.
“Desde abril, tuvimos un desastre natural grande cada cinco días en el país”, dijo Trevor Riggen, vicepresidente de la Cruz Roja a cargo de desastres naturales. “No cesaban y no todos esos desastres terminaron en los diarios”.
Abundaron asimismo las tormentas grandes y los tornados.
“Fue un año catastrófico”, declaró Adam Smith, climatólogo de la ANOA. “En muchos de estos desastres se pueden ver las huellas del cambio climático”.
“La naturaleza nos está haciendo llegar un mensaje. Mejor que le prestemos atención”, declaró a la Associated Press Inger Anderson, director del Programa Ambiental de las Naciones Unidas. “Donde quiera que vayas, la naturaleza nos está golpeando. Los tres años más cálidos que hemos visto. Las temperaturas del Ártico, los incendios forestales, etc., etc.”.
A nivel mundial hubo más de 220 desastres naturales, que afectaron a más de 70 millones de personas y causaron daños por más de 69.000 millones de dólares. Mataron a unas 7.500 personas, según cifras preliminares del banco de datos del Centro para la Investigación de Desastres Epidemiológicos de la Universidad Católica de Louvain, Bélgica.
De los desastres monitoreados por esa organización, incluidos terremotos, erupción de volcanes y deslizamientos, entre el 85% y el 90% están relacionados con el clima y el tiempo, según su director Debarati Guha-Sapir.
“Las inundaciones son el principal problema” que enfrenta el mundo, de acuerdo con Guha-Sapir. “Es un gran error subestimarlas”.
Las inundaciones mataron a más de 1.900 personas en la India en junio y afectaron en total a 17 millones, de acuerdo con el banco de datos del centro. También hubo inundaciones y deslizamientos en Nepal, Pakistán, Afganistán y nuevamente en la India, que mataron a al menos otras 1.250 personas. Casi 600 personas fallecieron en África por las inundaciones y 279 murieron al desbordarse el Yangtsé y la Presa de las Tres Gargantas en China, según la Organización Meteorológica Mundial.
Hue, en Vietnam, recibió 261 centímetros (103 pulgadas) de agua de lluvia en octubre, de acuerdo con la OMM.
En todo el mundo hubo asimismo olas de calor y sequías. Las temperaturas del Ártico fueron 5 grados Celsius (9 Fahrenheit) más altas que el promedio y el hielo del mar Ártico se redujo a su segundo nivel más bajo de que se tenga noticias y fijó varios récords mensuales de derretimiento.
El ritmo de los desastres aumenta significativamente, de acuerdo con expertos. La base de datos internacional belga calculó que desde 1980 hasta 1999 hubo 4.212 desastres que afectaron a 3.250 millones de personas y costaron 1,63 billones de dólares, ajustados a la inflación. Del 2000 al 2019 esas cifras treparon a 7.348 desastres, 4.030 millones de afectados y 2,97 billones de dólares en daños.
“Los desastres naturales se están convirtiendo en una condición crónica en Estados Unidos”, dijo Riggen.
“Nunca pensé que veríamos 30 tormentas con nombre”, acotó Michael Mann, climatólogo de la Universidad Estatal de Pensilvania.
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