Condenan represión, militarización y estado de excepción en Chile
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Asimismo, demandó la retirada de los militares de las calles y el establecimiento del diálogo entre la sociedad civil, a través de sus organizaciones sociales, y el Estado como garantía de la democracia y el derecho a la movilización.
La organización expresó 'gran preocupación por el hecho de que, nuevamente, un gobierno utilice el decreto de estado de excepción como recurso para reprimir a los movimientos sociales, teniendo como reciente antecedente lo ocurrido en Ecuador', según un comunicado compartido en Twitter por la Central Unitaria de Trabajadores del país austral.
Unas horas después de que decretara el estado de emergencia y que las calles de Santiago de Chile fueran militarizadas, el presidente Sebastián Piñera dio marcha atrás a la suspensión del alza al precio del pasaje del metro, que fue el detonante de una fuerte protesta en esta capital.
Pasados pocos minutos de la intervención de Piñera, el jefe de Defensa de Chile, general Javier Iturriaga, decretó toque de queda en esta ciudad desde las 22:00, hora local, de este sábado hasta las 07:00 horas de mañana.
Sin embargo, las protestas continúan desplegadas en varios puntos de esta y otras ciudades para rechazar el incremento del pasaje del metro y el aumento de la energía.
Dicho incremento generó una ola de protesta fuertemente reprimida por carabineros con balas de gomas, chorros de agua, gases lacrimógenos y otras tácticas represivas.
El pasado 6 de octubre comenzó a regir la nueva tarifa para el servicio del tren subterráneo y el sistema de buses Transantiago.
El valor del pasaje para el metro en el horario pico alcanzó los 830 pesos chilenos, unos 1,17 dólares, mientras que para los estudiantes este llegó a los 230 y en el caso de los buses la tarifa llegó los 710 pesos, lo que significa un aumento de 30 pesos para el metro y 10 para los buses.
El tren subterráneo moviliza cada día a unos 2,8 millones de pasajeros y su valor en hora punta, o de más pasajeros, ha llegado a ser de los más caros de Latinoamérica tras esta última subida.
Tal medida provocó el rechazo y la protesta de numerosas personas que evadieron el pago ayer en las estaciones de ambos sistemas de transporte.
Muchos chilenos aseguran que las manifestaciones por la subida de precios al transporte no son más que la punta del iceberg del descontento popular.
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