Juego entre glorias: Veteranos del béisbol con brillo de Estrellas

Una tarde de gloria vivió el pueblo camagüeyano hoy, con la vuelta a los diamantes beisboleros de varias de las principales figuras que por años colocaron a nuestro pasatiempo nacional en la élite.

Para los veteranos de la tierra de los tinajones resultó especialmente emotivo volver a jugar ante los ojos de su afición.

El mánager de las glorias Orientales y otrora primera base de los equipos camagüeyanos, Felipe Sarduy, expresó su emoción al sentir nuevamente el cariño de un público, al que catalogó como «fiel en las buenas y en las malas».

También destacó la gran actuación de los Toros de la Llanura en la primera fase de la 59 Serie Nacional: «Es un resultado que sorprendió para bien porque los muchachos mostraron un gran rendimiento y terminaron empatados en la primera posición».

Por su parte, Luis Campillo, actual entrenador de pitcheo de la reserva del equipo de Camagüey comentó: «Me siento orgulloso de volver a lanzar en el Cándido González, y más porque la provincia logró un resultado histórico, que buscamos desde hace varios años».

Otro de los peloteros que destacó en series nacionales con el uniforme camagüeyano fue Loidel Chapellí, quien comentó: «El juego de veteranos es una de las iniciativas más emocionantes de nuestro béisbol. Es la oportunidad para encontrarnos con antiguos compañeros en los terrenos y grandes amigos de la vida».

Asimismo, “El Chape” valoró la actuación que está desarrollando Loidel Chapellí (hijo) en su debut en clásicos nacionales: «Está cumpliendo con lo que se espera de él. Es un atleta que escucha los consejos que le dan y su formación en escuelas de alto rendimiento es la prueba de su superación diaria».

Luis Ulacia, estelar torpedero y jardinero de los agramontinos y de equipos Cuba, mostró su agradecimiento por vivir nuevamente la experiencia de estos juegos: «el juego de veteranos es para volver a sentirse jóvenes. Ver el estadio que me vio nacer, abarrotado y reconociendo la carrera de sus atletas, es lo más bonito que me puede pasar, después de tantas casas vividas en este terreno».