Perú se rinde ante su flor favorita: Chabuca Granda

Desde entonces, la nación incaica no ha conocido mejor exponente de una composición que el reconocido vals peruano de 1950, aunque su popularidad se hizo antológica a partir de la interpretación del trío Los Morochucos y del conjunto Los Chamas en 1953.

María Isabel Granda Larco (1920-1983) es probablemente una de las tres principales virtuosas de la música en Sudamérica, junto a la argentina Mercedes Sosa y la chilena Violeta Parra.

Autora también de otras obras imperecederas como El puente de los suspiros, José Antonio y Fina Estampa, la peruana fue objeto de un reciente homenaje en la Casa de las Américas de La Habana para recordar su voz prístina y elegante, con tonos de soprano.

La vigencia de La Flor de la Canela no es exagerada, a tal punto que en 2017 fue nominada a un Grammy por la versión del panameño Rubén Blades.

Y si algo le faltaba a Chabuca Granda, que tiene una alameda con su nombre en Lima, los XVIII Juegos Panamericanos la repondrán a la escena virtual junto al tenor Juan Diego Flórez, para interpretar a dúo Bello Durmiente y, por supuesto, La Flor de la Canela.

Un disco supervisado por la propia artista consolidó su trayectoria en 1962. Lo Mejor de Chabuca Granda marcó pautas en la sonoridad de las melodías y en general hizo aportes a la poética en sus creaciones.

Esta noche Lima será toda deportiva, panamericana y a los pies de su Flor de la Canela.