Luis Orta: un luchador de oro en Lima

Luis Orta es un gladiador explosivo e inteligente sobre el colchón. Tiene 24 años de edad, pero su parsimonia y la profusa barba de su rostro le brindan un aspecto de mayor madurez.

Su nombre suena con fuerza en el ámbito de la lucha deportiva cubana tras imponerse dos veces en los 60 kg del certamen panamericano del deporte (2018-2019), y luego de reinar en los Juegos Centrocaribes de Barranquilla.

Aunque aún no se ha oficializado la lista de grequistas para la fiesta multideportiva americana del verano entrante, pocos dudan de su presencia allí y de las opciones de regresar a casa con el premio dorado.

Hace apenas unos días dominó en esta ciudad la división de los 63 kg en el campeonato nacional, tras lo cual JIT le “arrancó” un grupo de respuestas.    
    

¿Por qué te presentaste en la división superior a lo habitual?

Fue decisión del colectivo técnico y la tríada médica, ya que no me encontraba bien para enfrentarme en la división de los 60 kg. Optaron por no forzarme, para evitar lesiones y seguir con la preparación rumbo a los Juegos Panamericanos, que es la competencia fundamental del país este año.

Espero recuperarme totalmente, llegar en óptima forma a Lima y ganar la medalla de oro que tanto espera el pueblo de Cuba.

La afición se quedó con las ganas de ver un nuevo duelo con Javier Duménigo y Kevin de Armas…

Hasta el último momento tenía pensado participar, pero se acordó otra cosa y debí conformarme.

Hace pocas semanas dominaste el Campeonato Panamericano de Lucha de Buenos Aires, Argentina. ¿Qué consideraciones te dejó esa lid?

Fue un medidor de lo que voy a encontrar en Lima, aunque faltó el ecuatoriano Andrés Roberto Montano, quien no compitió en 60 kg por cuestiones estratégicas me imagino.

Tras ese resultado me siento bien para enfrentar el reto. El hombre a derrotar soy yo, aunque los Juegos son diferentes y la presión es otra, pero esperamos dar el máximo.

¿Solo preocupa el ecuatoriano?

No pudimos enfrentarnos en las semifinales de 2018 y tampoco ahora. Con los demás rivales ya he luchado y les he ganado. Igual no subestimo a nadie, debo prepararme para todos y luchar al máximo. Pero el más fuerte es él y espero llegar en forma para ganarle.

¿Qué significaría el debut en juegos panamericanos?

Me emociona. Barranquilla fueron mis primeros juegos centrocaribes, Lima serían los primeros panamericanos y espero que Tokio sean los primeros Juegos Olímpicos. Esa es mi ruta.

La experiencia mundialista de Budapest 2018 no llenó tus expectativas…

En Hungría gané la primera pelea por pegada ante el uzbeco Firuz Tukhtaev, aunque igual fue complicada. Ya en cuartos de final perdí contra el serbio Kristian Fris por 1-7. Se trata de un nivel muy alto, nada que ver con el certamen nacional o el panamericano. La presión es otra, los rivales tienen gran calidad. Un error te cuesta el combate.

Este año, en Astaná, será probablemente más difícil…

Seguro, el Mundial es clasificatorio para los Juegos Olímpicos de Tokio. Quiero estar entre los seis primeros de mi división para clasificar y tener el venidero año solo para prepararme.

¿Te obsesiona esa aspiración olímpica?

Tokio es la edición más cercana, dentro de cuatro años nadie sabe qué pasará. Hay que aprovechar la oportunidad y dar lo máximo para lograr el mejor resultado.

¿Cómo ves el equipo cubano actual?

En perfectas condiciones, aunque la mayoría de los integrantes somos muchachos jóvenes. Claro, están Mijaín López e Ismael Borrero, quienes aportan la experiencia.

Nos estamos preparando bien, pese a las dificultades existentes, y daremos el máximo de nuestras posibilidades.