La Bienal de La Habana irrumpe en el Museo de Bellas Artes
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La propuesta que estará a disposición del público en esa institución, hasta que concluya el evento el 12 de mayo, integra a los proyectos Isla de azúcar; Más allá de la utopía, las relecturas de la historia; Nada personal; El espejo de los enigmas, apuntes sobre la cubanía; y, Museos interiores.
Jorge Fernández Torres, director del Museo Nacional de Bellas Artes, precisó en la inauguración de la muestra, que en esta Bienal la referida institución cultural pone a dialogar obras creadas en diferentes momentos históricos por artistas de varias generaciones, para ofrecer, a través de la superposición cultural, un relato de la nación.
Corina Matamoros Tuma, curadora de dos de las exposiciones, subrayó que esa reflexión artística e histórica sobre Cuba está conformada por más de 400 obras patrimoniales, gran parte de ellas de arte contemporáneo, y todas pertenecientes al fondo del Museo.
La planta baja reúne en esta oportunidad obras de José Villa, José Manuel Fors, René Francisco Rodríguez, Carlos Garaicoa, Los Carpinteros y Kcho, quienes desde diferentes perspectivas coleccionaron recuerdos, hechos trascendentales para el país, y pedazos de vida en diversas regiones.
Esta extensa muestra interrelaciona y provoca un sutil diálogo entre obras plásticas, fragmentos literarios, materiales audiovisuales, instalaciones, video animación, recortes de periódicos de época, datos, y un sinfín de recursos que invitan a reflexionar al público.
Bajo el eslogan La construcción de lo posible, la XIII edición de la Bienal de La Habana se extiende por vez primera a otras ciudades, entre las que se encuentran Pinar del Río, Matanzas, Cienfuegos, Sancti Spíritus y Camagüey.
A la cita asisten en esta ocasión más de 170 artistas en representación de 45 países, quienes expondrán durante un mes parte de su quehacer en galerías, museos, y espacios abiertos, en homenaje al aniversario 500 de La Habana.
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