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Nuestra vocación es de paz y entendimiento, acompañada por la inconmovible determinación de defender el derecho soberano de los cubanos a decidir el futuro de la nación sin injerencia extranjera, subrayó.
Raúl Castro señaló que la escalada en la agresividad del imperialismo estadounidense reitera la vigencia de las alertas realizadas desde Cuba sobre el comportamiento arrogante y de desprecio hacia el socialismo y la libre determinación de los pueblos de América Latina y el Caribe, manifestado por Washington con la doctrina Monroe de dominación como punta de lanza.
El primer secretario del Comité Central del Partido Comunista denunció el empeño renovado del gobierno norteamericano de destruir a la Revolución Cubana y estrechar el cerco contra Venezuela y la Revolución Bolivariana.
La región que José Martí llamó nuestra América había logrado en tiempos recientes afianzar la independencia en un clima de paz, así como impulsar las relaciones entre sus Estados de cara a la integración y la meta de enfrentar los problemas económicos y sociales de sus pueblos, advirtió.
Ante la amenaza que representa la hostilidad de la Casa Blanca y sus políticas de dominación e injerencia, aseveró que Cuba trabaja en dos prioridades de igual importancia, la preparación para la defensa y el desarrollo de la economía nacional.
Raúl Castro llamó la atención sobre el desafío que pudiera tener por delante la mayor de las Antillas ante un eventual empeoramiento de la situación, a partir de las acciones de Estados Unidos, que apuesta por recrudecer el bloqueo para sembrar la asfixia económica y las penurias.
Sin embargo, aclaró que el escenario no significa el retorno al llamado período especial que en los años 90 del pasado siglo siguió al derrumbe del campo socialista en Europa del Este, porque la economía cubana presenta otro panorama, considerando la diversificación de la misma.
El dirigente convocó a la mayor de las Antillas a acelerar los esfuerzos para la producción nacional, en particular la de alimentos, revisar los gastos en aras de suprimir los no imprescindibles y elevar la eficiencia en el uso de los combustibles.
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