A la plebe, pan y circo. Es una frase que se origina en Roma en la Sátira X del poeta romano Juvenal (circa 100 A. D.). En su contexto, la frase en latín panem et circenses («pan y juegos del circo») es dada como la última atención del pueblo romano, quien había olvidado su derecho de nacimiento a involucrarse en la política.

Lo cierto es que a lo largo de los siglos ante una crisis de diversa índole, crear una distracción o desviar la atención hacia otro centro, siempre ha sido un movimiento inteligente.

Tocamos el presente y más de medio mundo volvió sus miradas hacia el retorno del “mago” Zinedine Zidane al banquillo del Real Madrid, justo en un momento en el que el club atraviesa por uno de sus períodos más grises. Hablamos de 12 puntos de diferencia respecto al líder Barcelona en la Liga española, además de despedidas tempranas de la UEFA Champions League y la Copa del Rey.

Pero también hablamos de 12 millones de euros por temporada más bonificaciones a tenor con objetivos alcanzados durante la etapa.

Desde mi perspectiva otro movimiento astuto de Florentino Pérez, cuando la torcida madridista, siempre sedienta de ver a su club regodearse en el excelso entorno universal, la prensa, y hasta intereses de otras índoles que siempre circundan al club más prestigioso del planeta se volvían de manera convulsa en su contra.

Hablamos del astro galo, que moviendo los hilos del Madrid en 149 juegos acumuló 104 victorias, tres Champions League consecutivas, una Liga, dos Mundiales de Clubes, una SuperCopa de España, y dos Súper-Copas de Europa. Hoja de servicios nada despreciable.

Ahora bien, amén del inicio con el pie derecho de Zizou luego de imponerse el Real 2-0 al Celta de Vigo, dejavú pues debutó como entrenador del equipo blanco en su primera etapa el 9 de enero de 2016, con goleada en el Bernabéu ante el Deportivo de La Coruña (5-0), y este sábado, en su regreso, el Real Madrid se impuso al Celta de Vigo por 2-0, ambos onces gallegos.

De entonces, a pesar de haber pasado 1.162 días, repitió ocho jugadores que alinearon en su primer estreno: Keylor Navas, Carvajal, Pepe, Ramos, Marcelo, Kroos, Modric, Isco, Bale, Ronaldo y Benzema.Todo eso suena armónico y hasta digno de loas, pero hay una variable que con contundencia golpea nuestros rostros en este segundo segmento de la saga: el dinero.

Estoy casi convencido que aún cuando el mentor galo logre materializar con Florentino y la directiva del club alguno de los cinco fichajes de lujo que de antemano cocina (Paul Pogba, Lucas Hernández, Kylian Mbappé, Sadio Mané y Eden Hazard), será bien difícil que logre emular su palmarés de la primera temporada al mando de los merengues.

Zidane decidió terminar su contrato con el club merengue en un estado de gloria total, y asume las riendas nuevamente casi 290 días después, en un estado de ensombrecimiento total.

Sin embargo, más allá de letargo, retos como timonel, añoranza por el club y la adrenalina que destila estar sobre la grama del Santiago Bernabéu, la cancha que lo inmortalizó, resultó para Zidane en extremo atrayente la suma que desembolsarán Florentino y su camarilla por sus servicios.

Cabe destacar que cuando Zidane pasó del Castilla al Real Madrid, su salario era de 2.5 millones de euros por campaña. Luego de obtener la primera Champions, el Madrid le renovó el contrato con 5.5 millones por temporada; y cuando el francés decidió irse de la “Casa Blanca”, su sueldo estaba fijado en los 7.5 millones por temporada.

De inicio percibirá casi 5 millones más, pese a que su sueldo, nada modesto por cierto tratándose de un DT, no se compare con el del argentino Diego Simeone con el Atlético de Madrid, quien recibe 24 kilos por campaña.

Con todo y esto, su retorno no le salió tan costoso al club. De haber sido el portugués José Mourinho, el único candidato libre en el mercado, estaríamos hablando de que este le cobraba 20 millones de euros a su último club, el Manchester United.

Se han disparado ciertamente las sumas que perciben ya no solo jugadores de élite, sino también entrenadores de prestigio en ese mercado lucrativo en el que se ha convertido el fútbol. No solo es el más universal, sino que también es el que más billete mueve.

Zizou lo sabe, y sentimientos aparte, no le volvió la espalda al 12 como posible número de la suerte en su retorno. Habrá que esperar a ver si Florentino decide desembolsar sumas cuantiosas por los jugadores que el director galo tiene en mente para revolucionar los rendimientos del Club de cara a la campaña 2019-2020.