MIRAR(NOS): Y si muero mañana...
especiales
Hace poco escuché lo que llamaría un poema, no por denigrar ni dejar en menos a las canciones. La fantástica letra me pone a pie de cañón el tema de hoy. Preferí, no obstante, adoptar el título de aquella novela del Wichy Nogueras porque me parece bastante morboso pensar en las caras de ustedes apenas empiecen a leerme hoy.
Por supuesto, no pienso en la muerte como una posibilidad. Me quedan un montón de cosas por hacer, pero aparte de todas esas, la primera responsabilidad de mi vida demanda que esté buena y sana… quiero verle a él haciendo y deshaciendo a su antojo, poniéndome contenta y también enojada.
San Google de todos los milagros pone a disposición de aquel que esté pensando en adelantar su fecha final una lista que incluye nada menos que cien cosas por hacer antes de esa hora. No voy a mencionarlas todas, porque algunas me parecen más risibles que el circo nacional.
1. Visitar diez países. (Me debe quedar mucho tiempo porque «aún» no he salido ni a la Isla de la Juventud). No lamento nada, hay que conocer a Cuba primero, ¿no?
2. Aprender a hablar tres idiomas. (¿A la perfección? A la perfección, apenas el español, así que me queda mucha vida por delante).
3. Ver un partido de fútbol de un Mundial en vivo. (Ya he visto más de uno y más de un Mundial. ¡Ayayayay!).
4. Aprender a surfear.
¡Ay, no! No voy a seguir con esta lista, está un poco deprimente. Esperen, se pone mejor: estas las he cumplido, no sé si a mi pesar.
• Tomar clases de cocina.
• Sembrar un árbol.
• Escribir un libro. (Estas columnas ¿cuentan?).
• Hacerse un tatuaje.
Al final, esta extensísima lista me parece una declaración de propósitos de lo más interesantes, reseña una cantidad de acciones que me gustaría hacer, pero si corro el riesgo de… mejor no, mejor no sigo completándola.
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