Culminadas las primeras subseries de la segunda fase de la 58 Serie Nacional de Béisbol aficionados y entendidos comienzan a hacer sus posibles matemáticas de clasificación a semifinales.

Sucede que se tuvo un primer avance de las armadas contendientes con sus refuerzos, la efectividad de aquellos llamados a resolver calvarios desde el montículo y los que calzaron madero en ristre y guante en mano, alineaciones y línea defensiva.

Así, los desenlaces arrojaron que no hubo barridas, emergiendo airosos por balance 2-1 Villa Clara, Las Tunas, y Sancti Spíritus.

Notorio a simple vista las 21 carreras facturadas por los leñadores, dueños de 46 indiscutibles y capaces de blandir el madero ante el staff de serpentineros avileños. Solo escaparon del castigo los estelares Lázaro Blanco y Miguel Lahera, combinados para reducir a tres anotaciones y siete indiscutibles a la endemoniada batería tunera en la sonrisa de los Tigres.

Hablamos de un orden al bate sin fisuras, capaz de conjugar tacto, poder y velocidad en el corrido de las bases a razón de Yuniesky Larduet, Jorge Johnson, Danel Castro, Yosvany Alarcón, Alexander Ayala, Jorge Alomá, Yordanis Alarcón, Rafael Viñales y Andrés Quiala.

Por cierto, Alomá (siete inatrapables, incluidos tres dobles y dos jonrones, y ocho impulsadas); y Ayala (cuatro cohetes, con doble y cuadrangular, y cinco remolques) cargaron con buena parte del peso ofensivo de la novena de Pablo Civil. También en el plano de lo positivo se hallaron las faenas de los lanzadores José Armando Peña y Dariel Góngora.

Una mirada a esa tanda inspira temor, a la vez que dolores de cabeza constantes para aquellos serpentineros contrarios.

Villa Clara contó con el respaldo de César Prieto como hombre proa, y la capacidad de hombres serios e impulsadores como Carlos Benítez y William Saavedra. Jonder Martínez desde la colina de los martirios tuvo dos salidas como relevista de calidad.

Las nuevas piezas espirituanas igualmente hicieron lo suyo. Frederich Cepeda y Dayán García contribuyeron con fletadas en momentos de presión, Alberto Bisset se hizo de su primera victoria y José Ángel García salió a recatar en dos ocasiones con un acierto.

Se suponía de antemano que esa sería la tónica: protagonismo de los refuerzos y reajustes de las nóminas, entiéndase orden al bate y rotación de pitcheo, a tono con las nuevas incorporaciones de calidad.

Villa Clara dependió de su staff tal y como lo hizo para clasificar, Holguín y Ciego mostraron rendimientos parejos, y Sancti Spíritus sacó provecho de su ofensiva reforzada.

El lado flaco de las subseries resultó ser la defensa, con 25 errores en nueve desafíos y Ciego dueño de la línea roja al cometer una decena de marfiladas. Independientemente de las condiciones de los terrenos en el Cepero y el Calixto García holguinero derivadas de la lluvia, resulta inadmisible tamaña cifra, como tampoco los cinco cometidos por los azules de Rey Vicente Anglada, quienes continúan con ese indicador al parecer débil. Signos de admiración para el trabajo del diestro pinareño Frank Luis Medina (líder en PCL-1.83) y capaz de autorrelevarse en su apertura para en definitiva conseguir el éxito luego de 7.1 actos con cuatro ponches, una decena de jits y cuatro limpias permitidas con un solo boleto.

Pese a los marcadores en ocasiones abultados la etapa se presagia como muy competitiva, con Las Tunas (12-6), Villa Clara (11-7), Ciego de Ávila y Sancti Spíritus (9-9) en puestos de clasificación hasta este minuto. Industriales (8-10) y Holguín (5-13) aparecen en los puestos de retaguardia, antes de iniciarse las subseries de este martes a razón de holguineros-naranjas villaclareños, gallos espirituanos-tigres avileños; y leones azules versus leñadores tuneros, siempre en cancha de los segundos.