Yowlys Bonne: El oro mundial, premio a muchos años de colchones (+ VIDEOS)

Ha ingresado en el sitio de los inmortales de la lucha libre, aquellos capaces de coronarse en Campeonatos Mundiales. Lo vi en una mesa sentado junto a Filiberto Azcuy, Mijaín López y Alexis Rodríguez y pensé: Después de más de dos décadas en los colchones, casi a punto de cumplir los 35 años de edad el próximo 2 de noviembre, Yowlys Bonne (61 kg) se regaló su primer título en estas lides.

Antes, el guantanamero, confieso que uno de los luchadores más espectaculares que he visto en cuanto a recursos técnicos, atesoraba los bronces de Taskent en el 2014, y la edición precedente de París. Pudiera decirse que la división de 61 kg le ha abierto el camino a la gloria a este gladiador que también ha medido sus potencialidades a todos los niveles en 60, 57 y 65 kilogramos.

Forjado al calor de cruentas rivalidades con Yandro Quintana, Andy Moreno, Alejandro Valdés, el azerí Haji Aliyev, entre otros, Yowlys ha convertido la experiencia de disímiles batallas en otra arma importante.

Dueño de una turca, suppley y bombero casi indefendibles, Bonne enfrentó un organigrama de espanto. Poco a poco se deshizo de sus oponentes, en ocasiones exigido al máximo y en otras con cierto grado de superioridad incuestionable. Abrió con 4-2 en octavos de final sobre el rumano Ivan Guidea; en cuartos sucumbió a sus embates 10-8 el iraní Mohammadbagher Esmaeil Yakhkeshi con quien cedía 6-8 a falta de 30 segundos y una técnica de cuatro puntos luego de defender la entrada de su rival, le dio el triunfo. Su víctima de semis 9-4 resultó ser el estadounidense Joseph Daniel Colón.

Todo estaba listo para el duelo de vida o muerte, en el segundo día de competiciones, con el ruso y favorito Gadzhimurad Rashidov. Igualmente inició debajo ese duelo 0-2, pero la mejor técnica de la jornada, merecedora de cinco puntos, lo eternizó en el Sports Arena de Budapest.

El bombero nuevamente fue su arma letal, aunque de todo recetó Yowlys a sus contrarios, dando fe de su temible arsenal técnico sobre el colchón.

“Fue una competencia muy complicada. Todos los adversarios de mi camino en el organigrama experimentados y con resultados a este nivel. Sentí la presión de venir de abajo en dos ocasiones, pero no me desesperé, trabajé sobre las debilidades o brechas que me dejó cada uno para entrarles y atacar en el momento preciso. Estoy feliz con el hecho de que el resultado más grande de mi carrera deportiva haya llegado ahora, casi con 35 años. Gracias a dios mi cuerpo sigue respondiendo bien”.

Mirada a los nuestros

Con cinco efectivos irrumpió el timonel Julio Mendieta en Budapest: Además de Bonne subieron al colchón a defender el prestigio de Cuba Reinieris Andreu (57 kg-5to), Alejandro Valdés (65-bronce), Franklin Marén (70-involucrado en la repesca y posible disputa de bronce), y Yurieski Torreblanca (86-séptimo).

Hasta el momento de redactar estas líneas el saldo de victorias y reveses de nuestra legión se fijaba en 13 éxitos y seis fracasos, lo que demuestra que al máximo nivel, con nuestros gladiadores hay que contar.

Desde la sede del certamen Andreu explicó sobre su batalla por el bronce ante el japonés Yuki Takahashi (cedió 4-5), que fue un combate de mucha intensidad, sin margen a errores, difícil pero no imposible. “Había enfrentado un pleito anterior en la repesca, me exigí al máximo, pero no pudo ser. No es un adversario imposible, resta prepararse más para futuras competiciones”, sentenció el titular universal sub-23.

Alejandro Valdés, quien repitió su presea bronceada de la urbe parisina en 2017, encontró en el indio Bajrang Bajrang la piedra en su zapato 3-4: “Nunca había enfrentado al indio. Venía con muy buen rendimiento en mis combates anteriores, pero se me hizo muy difícil entrarle. Trabaja muy bien la defensa y la postura. Lo estuve buscando todo el segundo periodo, pero no pudo ser. Me faltó organizarme mejor para materializar el cambio de estrategia de pelea a tiempo".  

Hablábamos de la ruta cuasi impecable de Valdés. Rompió el hielo 2-0 sobre el curtido azerí Haji Aliyev, luego recetó idénticas superioridades técnicas al kazajo Daulet Niyazbekov (10-0), y el bielorruso Niurhun Skrabin (11-0). Luego cedió a manos del indio Bajrang y por bronce se redimió con creces al arrollar 10-0 al sudcoreano Seungchul Lee.

Hasta el momento de redactar estas líneas Estados Unidos comandaba el medallero (3-0-3), secundado de Rusia (2-1-2), Georgia (1-1-0), Japón (1-0-2) y los nuestros.

Igualmente inmersa en la repesca y con posibilidades de bronce se halla la discípula de Filiberto Delgado Lienna de la Caridad Montero (55 kg). De ella y Franklin, si en definitiva rebasan dos escollos en dicha instancia, sabremos este martes.