Encabezados por los tres medallistas de bronce de la edición precedente en París, Yowlys Bonne (61 kg) y Alejandro Valdés (65) del estilo libre, y Oscar Pino (130) del grecorromano, los nuestros buscarán emular o superar el rendimiento materializado en la Ciudad Luz.

Brillar en una competición de semejante nivel no se antoja cuestión de coser y cantar, de ahí que nuestra armada ultime los detalles de puesta en forma en las geografías de Italia —los varones de la libre y la greco, a excepción de Ismael Borrero (67 kg, aún en La Habana)—; y las alumnas de Filiberto Delgado, en la propia sede del certamen.

Intentaremos radiografiar a nuestra legión, que se completa con los también libristas Reinieri Andreu (57 kg), Franklin Marén (70) y Yuriski Torreblanca (86), en los 86 kilos, todos campeones en los Juegos Centroamericanos y del Caribe de Barranquilla, Colombia, el pasado mes de agosto.

Entre las féminas de la propia modalidad competirán en la cita del orbe Lienna de la Caridad Montero, de los 57 kg, y Yudaris Sánchez (68), ambas ganadoras del oro en la justa regional; y además de Pino y Borrero, redondean el plantel clásico Luis Orta (60), Ariel Fiz (77) y Daniel Gregorich (87), igualmente ases en tierras cafeteras.

Libristas quieren llegar al 100%

Las huestes de la lucha libre, cuartas en la Copa del Mundo del presente año y capaces de barrer con los seis cetros en Barranquilla, aspiran a llegar en óptima forma a Budapest. En conversación vía electrónica con el timonel, Julio Mendieta, este puntualizó que se encuentran puliendo detalles técnico-tácticos y buscando la mayor eficiencia en la técnica de mayor poder de cada uno de sus pupilos.

Una mirada al ranking divisional arrojó que Andreu, fogueado en la actual campaña en la Bundesliga alemana con saldo de tres triunfos y un solitario fracaso, aparece décimo de los 57 kg con 24 unidades. El letal ruso Zavur Uguev comanda las acciones.

Yowlys, en los 61, no aparece entre los punteros, pero les aseguro que infunda respeto. Es un gladiador muy completo, experimentado como pocos a sus 34 años, y que ha coqueteado con el podio olímpico, además de ser doble medallista universal.

Calabaza Valdés (65) se ubica en el 17 del listado, gracias a 20 unidades. Igualmente archiva tres sonrisas y un fracaso en suelo germano, donde extendió su global de éxitos a 38. En su caso, creo que posee todo para reeditar o mejorar su bronce parisino, especialmente por la forma en que ha aprendido a controlar su ansiedad sobre el colchón. Su división será de las más cruentas.

Franklin Marén (70) dio muestras de calidad en la Copa del Mundo y en Barranquilla. Pese a no aparecer entre la veintena de punteros de su peso, se ha estado preparando fuerte, a tono con su talla.

El haber crecido al calor de serias rivalidades lo ha hecho elevar su nivel. La lid del orbe marcaría su última confrontación de élite en ese peso. Luego intentaría pugnar por la titularidad de los 74, donde el reaparecido Geandry Garzón se antoja el principal escollo. Aspira en serio a buscar una presea en tierras húngaras.

Torreblanca (86) aseguró que siempre fortalece un arma como la preparación física y la intensidad los seis minutos de pelea. Confesó que trabaja sobre un movimiento técnico que lo convierta en más temible y pretende no defraudar la historia de esa división, con varios medallistas. Varios atletas en cada sparring y concentración en los finales de combate son otros elementos que busca optimizar el colocado quinto entre los mejores del planeta con 37 rayas, feudo dominado por el turco Fatih Erdin (89).

Clásicos en la mira

Si de buenas ubicaciones en el ranking hablamos, el capitalino Luis Orta marcha segundo de los 60 kg, con 35 unidades. Ha mejorado su sistema de pelea considerablemente, pero no creo que vaya a estar en la discusión de medallas.

La otra cara de la moneda es Ismael Borrero: igualmente va segundo de los 67-47 puntos, pero su condición de as universal y olímpico hace que todas las miradas se vuelvan hacia él, pese a constituir este su estreno mundialista en esa división.

Del resto, despunta Gregorich en los 87. Su categoría se antoja de las campales, pero ha sabido de a poco insertarse en tierra de gigantes, como lo avalan sus 29 unidades y sexta plaza del listado universal.

Fiss no posee el empuje ni el arsenal aún como para batallar en los rocosos 77 kg, entiéndase batallar en serio.

El cierre, marca registrada Pino. Ha iniciado como una tromba su estela en la Bundesliga: cuatro victorias sin asomo de revés y desde ya piensa, si la vida le da la oportunidad, tener su revancha con el turco Ryza Kayaalp. Es el ejemplo de cuánto se puede lograr entrenando a diario y combatiendo con Mijaín López, lo mismo que el nacionalizado chileno Yasmany Acosta. Pino (36 puntos) aparece cuarto del ranking que lidera Kayaalp (45).

Las dos cartas de Filiberto Delgado

Son sus gemas, medallistas universales juveniles y de la categoría sub-23 que buscan explotar definitivamente entre las mejores del orbe. Hablo de las discípulas de Filiberto Delgado Lienna de la Caridad Montero (57 kg) y Yudari Sánchez (68).

Su examen de fuego toca a la puerta y tras los éxitos en Barranquilla, intentarán demostrar de qué madera están hechas.

En el caso de Lienna, recala en la posición 11 del escalafón (20 rayas) y, dada su baja estatura, tendrá que exigirse aún más, pues ahora su división es de 57 kg, en lugar de 55. Cuidar la postura y elevar al máximo sus defensas ante oponentes que la superarán en talla y longitud de extremidades serán cuestiones cruciales para lograr un posible avance en el organigrama.

Yudari se ve un poco más sólida, más resolutiva y con mayores herramientas para enfrentar los duelos. Igualmente, se coloca undécima (21) en dominios de la ucraniana Alla Cherkasova.

De poder cumplir su sueño, se convertiría en la primera luchadora cubana capaz de agenciarse un metal en lides mundiales.

El referente anterior más cercano fue la holguinera Catherine Videaux, quinta de los 63 kg en Moscú 2010, y con quien precisamente Yudari fraguó buena parte de su calidad, a fuerza de batallas campales.

Ese es el panorama, señores. En un momento en el cual el deporte cubano urge de rendimientos notorios al máximo nivel y donde se inicia la cruzada clasificatoria rumbo a los Juegos Olímpicos de Tokio 2020, esperemos que la lucha, por prestigio, tradición y potencialidades, pida la palabra en Budapest.