Alemania: "Guerra racial", dicen neonazis

Aunque más pacíficas que las recientes manifestaciones en Chemnitz, en la vecina Sajonia, por circunstancias parecidas, las movilizaciones de Koethen también tuvieron fuertes declaraciones racistas y xenófobas.

    Los dirigentes de la versión local del movimiento islamófobo Pegida (acrónimo de Patriotas Europeos contra la Islamización de Occidente, ndr), fundado en Dresde en 2014, hablaron en las marchas de "una guerra racial contra el pueblo alemán".

    Además de los aplausos de sus partidarios, se escucharon muchos abucheos a estas palabras entre otros participantes de las movilizaciones.

    El alcalde de Koethen había llamado a no concurrir a las marchas, pero mucha gente lo hizo de todos modos más allá de la convocatoria de los grupos neonazis.

    Hubo al menos unos 2500 participantes, entre los que se destacaron unos 500 neonazis, algunos también llegados de estados vecinos, que gritaron:
"Nacionalsocialismo ahora!", "Prensa mentirosa!", "Libres, socialistas y nacionales!", entre otras consignas coreadas en las calles.

    Muchos de los demás ciudadanos decidieron entonces volver a sus casas, ante el tono que tomaba la convocatoria, pero el espíritu que los llevó hasta allí, al igual que en días pasados en Sajonia, tenía mucho de la iniciativa antisistema, vehiculizada por el grupo de ultraderecha Alternativa para Alemania (AFD), en plena expansión.

    Por otra parte, en estos días la política alemana está lidiando con un choque institucional inquietante e inédito, que hace sospechar incluso de una especie de conspiración contra la canciller Angela Merkel. La presión contra el presidente de los servicios internos, Hans-Georg Maassen, está creciendo visiblemente: los socialdemócratas, y otros, pidieron su cabeza. Fue Maasen quien, en los últimos días, argumentó que "la caza del odio" contra el extranjero, denunciada por el propio vocero de Merkel, Steffen Seibert, no ocurrió jamás. También afirmó que videos que circulaban en las redes, que en el violento clima de tumultos en Chemmitz mostraron verdaderas agresiones contra extranjeros, eran manipulaciones, noticias falsas para distraer la atención de la muerte del ciudadano alemán de 35 años, en una gresca con extranjeros, que originó las protestas, según el jefe de Inteligencia.

    En sus posturas, Maasen encontró apoyo en el gobierno federal, pues el ministro del Interior, Horst Seehofer, que recién hoy comenzó a marcar distancias, se había hecho eco de sus dichos, generando suspicacias contra él mismo.

    Quién debería renunciar?, se preguntó Bild, y fueron distintos los partidos que apuntaron al jefe de los servicios, sospechado de simpatizar abiertamente con AFD, como escribió el diario Handelsblatt, que pidió su dimisión en caso de no poder justificar sus palabras.

    De otro modo, agregaron, debería marcharse Seehofer, que asediado por los sondeos negativos de su partido el CSU, en caída libre en Baviera, hoy pidió tiempo y afirmó que leerá el reporte que Maasen le envió para justificar las posiciones que asumió públicamente.