Cuba se viste de flamenco... bajo un Palo de Agua
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Para nadie es un secreto que la música cubana tiene mucho que ver con las raíces españolas que forjaron la nacionalidad cubana; y diferentes ritmos que han surgido en el Caribe hispano suelen confundirse con complicidad con algunas sonoridades provenientes de la Península Ibérica.
Pero hacer música propiamente española en la Mayor de las Antillas es todo un desafío; y más aún cuando los atrevidos intérpretes son hijos de esta parte del continente americano, a pesar de sentir un orgullo casi natural por sus antepasados ibéricos.
Es por eso que Alejandro Valdés Reyes, el joven líder de Palo de Agua, una agrupación musical cubana que lleva casi año y medio de creada, no puede desligarse del toque cubano, aunque su empeño más noble sea hacer música flamenca bajo un sol que evoca las mediterráneas tierras de Andalucía.
«Nuestro objetivo principal en el grupo es desarrollar la guitarra flamenca y desarrollar el nuevo flamenco de Cuba. No se trata del flamenco tradicional, sino de un estilo novedoso que posee otras influencias. En España se le llama nuevo flamenco, y aquí retomamos temas tradicionales del país para adaptarlos a este género», señala el joven.
Para el compositor, no es raro hacer este tipo de música en el país, porque una buena parte de los cubanos descienden de españoles y llevan ese arte en las venas. Aun así, sostiene que no es fácil hacerlo porque los géneros tradicionales de cada país tienen sus características propias y maneras muy sui géneris de concebirse.
«Creo que para lograr hacer música flamenca, aun con la intención de mezclarla con nuestros propios estilos, se debe estudiar mucho el folclor español. Lamentablemente en Cuba no tenemos toda la información necesaria sobre este género. Pero con Internet y las redes sociales nos acercamos un poco más a todo lo que necesitamos para prepararnos.
«Tampoco disponemos en Cuba de una academia para este tipo de música, ni existen profesores que nos enseñen este arte. En otros tiempos había cursos, pero han desaparecido totalmente. Tenemos muchos deseos de crear, pero es difícil hacerlo si no estamos bien informados», subraya Valdés.
Más allá de los tanteos iniciales, el joven asegura que la aceptación del público ha sido sorprendentemente buena, y un concierto importante en el teatro del Museo Nacional de Bellas Artes lo corroboró.
«Estábamos celebrando el primer aniversario de la agrupación y ese local, con una capacidad para más de 200 personas se llenó lo suficiente como para sorprendernos. Vimos a muchas personas que nos llamaron la atención, artistas de la televisión. Eso nos llenó de orgullo, porque a pesar de la promoción que hemos alcanzado, el público no nos conoce mucho todavía.
«Siento que hemos logrado muchas cosas en poco tiempo. Por ejemplo, también obtuvimos el premio Cuerda Viva en la categoría Flamenco. Pienso que poco a poco iremos obteniendo mejores resultados», precisa.
Antes de formar Palo de Agua, Valdés trabajó con la Compañía Flamenca de Camagüey, y colaboró con intérpretes o agrupaciones como Reinier Mariño y Aceituna sin Hueso.
Para el músico, lo principal en la música flamenca es la coordinación entre todos los miembros del grupo, y el virtuosismo de una buena guitarra.
«Cuando compongo pienso en todo el mundo, porque no todos los temas son para bailar. Hay un equilibrio entre todos los temas, y algunos son más musicales que otros. Sin embargo, apostamos por no ser superficiales. Estudiamos bastante y analizamos cada tema antes de presentarlo. También analizamos bien cuáles son las tendencias que van surgiendo, y cómo evoluciona este tipo de música.
«Un punto a nuestro favor es que mantenemos retroalimentación con los diferentes públicos y eso lo reflejamos después en el repertorio que escogemos. Yo hago las cosas en función de lo que veo que le gusta al público; pero también compongo para que acepten cosas nuevas y aprendan», destaca.
Según el artista, su objetivo a largo plazo es bastante ambicioso: colocar la agrupación en un primer nivel y convertirse en referencia nacional en este género musical. A corto o mediano plazo aspira a grabar un disco, ya sea en Cuba o en el extranjero.
«Yo pienso que nuestra música representa un puente más entre Cuba y España, y nos recuerda los cubanos cuáles son nuestras raíces. Mi deseo es que no vean al flamenco como un género extranjero, sino como un género cubano más», concluye el cantautor.
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