Larga vida del bolero en el Caribe

El Caribe, como reservorio de la canción sentimental en lengua española, mostró todo su esplendor en el espectáculo inaugural del Festival Boleros de Oro 2012, sobre la escena del teatro Mella, en la capital.

La puerta de entrada al festín musical fue abierta por Omara Portuondo, con el acompañamiento guitarrístico del maestro Rey Montesinos: "Me siento muy feliz de estar aquí con todos ustedes —dijo—, porque el bolero es algo muy hermoso que nunca va a morir".

Y, en efecto, el bolero tendrá larga vida si se juzgan las apasionadas y profesionales entregas de Sory, Santiago Iglesias, Raúl Araujo, Maurín Iznaga, Chavela y Sergio Gattorno, quienes trajeron al presente temas de Benny Moré, Alberto Vera, Piloto y Vera, Osvaldo Farrés, Ignacio Villa (Bola de Nieve) y también de Armando Manzanero, del puertorriqueño Rafael Hernández, del dominicano Manuel Jiménez y de César Portillo de la Luz, compositor que se volvió un referente casi obligatorio, pues su Contigo en la distancia se escuchó en más de una ocasión, primero, en la voz de la venezolana Gisela Molina, y, después, en la de la japonesa Ryoko Uchida, quien en su primera presentación en Cuba hizo del tema una excelente interpretación.

Igual impacto tuvo el cantautor peruano Julio Andrade, poseedor de una voz potente y clara, que puso a prueba la profesionalidad de la orquesta del ICRT en el tema Sin ti, de su propia autoría. Lo mismo sucedió con las también venezolanas Elena Gil y Angélica Rojas, y con otro de los representantes del país asiático, el cantante Roberto Sugiiura.

Granma