Lars von Trier habla sobre su controvertido regreso a Cannes
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“¿Qué hay con Harvey?“, preguntó el director danés en una entrevista el miércoles aludiendo al antiguo invitado regular en Cannes, Harvey Weinstein, a quien el festival sí condenó bastante. “¿Lo que he hecho es mucho peor? Yo quedé atrapado en un chiste”.
Hace siete años cuando von Trier estrenó “Melancholia” en Cannes, le preguntaron en una conferencia de prensa sobre su descubrimiento de sus raíces alemanas además de sus raíces judías. Mientras una mortificada Kirsten Dunst lo veía con horror, von Trier dijo “entiendo a Hitler” y “soy un Nazi”.
Siete años después, von Trier ha regresado a Cannes después de que el festival consideró que su castigo había sido suficiente. Pero no regresó discreto y arrepentido. En vez de eso detonó una bomba con “The House That Jack Built” un drama de dos horas y media sobre un asesino en serie suficientemente perturbador como para hacer a decenas de personas abandonar la sala en su estreno.
Algunos críticos la calificaron como la película de von Trier por antonomasia sobre la naturaleza del arte y el alcance de la empatía. Otros dijeron que la película que muestra escenas del asesinato de un niño, mutilaciones femeninas y pilas de cadáveres, es “repulsiva” e “irremediablemente desagradable”.
Matt Dillon interpreta a Jack, un arquitecto descontento con un desorden obsesivo compulsivo y una falta total de empatía por los otros. Sus asesinatos, presentados en cinco capítulos, son a su manera obras de arte.
Von Trier expone cómo en su mente el arte no está ligado a la decencia moral. Para ilustrar este punto, inserta fragmentos de sus propias películas y de Hitler.
“Simpatizo con Jack hasta cierto punto”, dijo von Trier sentado junto a Dillon en una villa en las colinas de Cannes. “La teoría de que los asesinatos masivos se pueden ver como instalaciones es desde luego verdadera. Cualquier cosa puede ser vista como arte. Pero gracias a Dios, no estoy en el negocio de los asesinatos”.
“The House That Jack Built” se presentó fuera de competencia en Cannes, por lo que von Trier no tuvo que regresar a los reflectores de la sala de prensa del festival. Von Trier, de 62 años, se mueve lentamente, (necesitó tres días para viajar a Cannes, dijo) y sus manos tiemblan visiblemente, como resultado, dijo su publicista, de los medicamentos que toma para tratar su ansiedad crónica. El director también ha sido muy honesto sobre sus batallas contra la depresión.
“Si te fijas en la vida en la Tierra realmente apesta ¿no?”, dijo von Trier. “En la cima del pastel hay humanos que saben que van a morir. Si hay un Dios, y estoy seguro de que no, es un tipo malo. Sé que hay imágenes muy crueles de personas muertas en los campos de concentración, pero de alguna manera tenía que hacer a Jack un artista que no tiene límites”.
Al preguntarle si lo mismo se aplicaba para él, von Trier rio. “Tengo límites”, dijo. “Tengo muchos límites”.
La cinta cuenta con actuaciones de Uma Thurman, Riley Keough y Bruno Ganz, pero el peso lo lleva sobre sus hombros Dillon.
El actor dijo que se sintió vigorizado por la producción sin ensayos y que confió profundamente en von Trier. Su proceso involucró frecuentemente a von Trier instando al actor a reducir su actuación 50% o más hasta que casi no reflejara sus emociones.
“Lo más alto que llegó fue 125% y yo reía, en algún momento él me despidió. Pero fue bueno”, dijo Dillon. “Lars me impulsó a no juzgar a Jack desde mi perspectiva. Por ejemplo, las escenas que hice con Riley eran difíciles. Es como si hubiéramos hablado sobre que Jack hubiese nacido enfermo. En algún momento le dije a Lars tratando de mesurarme ‘este es un tipo bastante malo’ y él dijo que no con su cabeza y dijo ‘bueno no puedes ser peor’”.
El año pasado Bjork acusó a von Trier de un acoso misógino mientras rodaban la película galardonada con la Palma de Oro “Dancer in the Dark”. Von Trier lo ha negado. Las autoridades danesas también investigaron recientemente el comportamiento del productor de von Trier, Peter Aalbaek Jensen, y el ambiente de trabajo de su estudio Zentropa.
Von Trier dijo que se sintió atraído a escribir “The House That Jack Built” por la simple historia de un asesino matando una víctima tras otra. Después agregó la dimensión dantesca de un viaje al infierno. “Se volvió un arco”, dijo antes de hacer un chiste sobre un segmento sobre arquitectura en la película. “Un arco”.
Que algunos estén en desacuerdo con sus películas nunca ha sido una preocupación para von Trier. Pero sí es capaz de entrar en discusiones por su libertad para decir lo que quiere al final.
“Todos tienen capas diferentes, un gran, gran artista puede ser un verdadero (grosería)”, dijo von Trier. “Defenderé mi derecho a decir que (el arquitecto Nazi Albert Speer) era un buen arquitecto, o un arquitecto interesante, sin importar cómo era políticamente”.
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