El Circo Máximo, centro de celebraciones en Roma

Con sus 600 metros de largo y 140 de ancho, el legendario Circo Máximo es hoy otra vez el epicentro los festejos con los cuales la capital italiana celebra la llegada del Nuevo Año.

Construido originalmente como lugar para carreras de carros tirados por caballos en el siglo sexto antes de nuestra era, con sucesivas agregaciones en el cuarto y el segundo, cuentan que fue Julio César quien ordenó la construcción de las primeras gradas de piedra y conformó finalmente la edificación en el 46 a.n.e.

La existencia de ese lugar está ligada al nacimiento de la Ciudad Eterna, pues fue allí donde, según la mitología, se produjo el rapto de las Sabinas protagonizado por los fundadores de Roma para suplir las carencias de féminas en el nuevo asentamiento.

Más de dos mil 500 años después, este espacio a cielo abierto sigue siendo una las mayores instalaciones para espectáculos jamás erigida, con capacidad para unos 250 mil espectadores en las gradas, en su época de esplendor.

La instalación ubicada en el valle delimitado por las colinas de Palatino y Aventino, es uno de los símbolos más apreciados de la Ciudad Eterna junto a otros sitios vecinos como el Coliseo, los Foros Imperiales y las Termas de Caracala.

A partir de esta noche a las 21:30 hora local y comenzará allí una jornada de 24 horas ininterrumpidas de presentaciones artísticas en un área que va de la Plaza del Emporio al Puente Garibaldi, incluyendo el Jardín de las Naranjas y el Circo Máximo, hasta la Boca de la Verdad, el Teatro India, el Puente de la Ciencia, el Cine Real y la Biblioteca Central Ragazzi.
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Decenas de miles de espectadores saludarán en el Circo Máximo el arribo de 2018 después de disfrutar de un espectáculo de alto calibre con interpretaciones de la cantante de música pop Tosca y la actuación de la compañía teatral catalana La Fura dels Baus.

'Roma ilumina el infinito' es la obra preparada especialmente para esta ocasión por el grupo de teatro extremo, en la cual participarán 120 actores, bailarines y figurantes, incluyendo 90 jóvenes voluntarios romanos, acompañados por la música, el movimiento, las luces y los efectos especiales.