Salma Hayek: Harvey Weinstein fue por años “mi monstruo”
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“Por años, él fue mi monstruo”, escribió Hayek en su recuento, publicado el miércoles por el New York Times.
Hayek, quien actuó en múltiples películas distribuidas por la empresa Miramax de Weinstein en los 90, le acreditó a Weinstein por ayudarla a comenzar su carrera. Pero dijo que el magnate del cine se le aparecía en la puerta “a cualquier hora de la noche, hotel tras hotel, locación tras locación”.
Sus negativas — a masajes, duchas y relaciones sexuales — lo encolerizaban, escribió Hayek. “No creo que él odie nada más que la palabra ‘no’“.
Cuando Hayek le presentó a Miramax “Frida” para que la distribuyera, Weinstein le exigió cosas prácticamente imposibles en retorno. La actriz mexicana dijo que Weinstein insistió en que reescribiera el guion, consiguiera mayor financiamiento y, lo más vil para ella, agregara una escena de sexo con desnudo frontal total.
Con el fin de terminar lo que era un proyecto de amor para Hayek, aceptó. Pero dijo que sufrió una crisis nerviosa mientras rodaban la escena. “Mi cuerpo no paraba de llorar y convulsionar”, escribió Hayek.
“No era porque iba a estar desnuda con otra mujer”, escribió. “Era porque iba a estar desnuda con ella para Harvey Weinstein”.
Aun así, Weinstein inicialmente se negó a estrenar el filme, pero eventualmente se ablandó ante la presión de la directora Julie Taymor y Hayek. “Frida” llegó a recaudar 56,3 millones de dólares a nivel mundial y fue nominada a seis premios Oscar, dos de los cuales ganó.
Docenas de mujeres han acusado a Weinstein de acoso sexual, y numerosas mujeres han dicho que el productor las violó. Weinstein, actualmente investigado por abuso sexual en cuatro ciudades, ha negado cualquier denuncia de sexo no consensual. Representantes de Weinstein no respondieron de inmediato mensajes en busca de comentarios el miércoles.
“¿Por qué tantas de nosotras, como artistas, tenemos que ir a la guerra para contar nuestras historias cuando tenemos tanto que ofrecer? ¿Por qué tenemos que pelear con uñas y dientes para mantener nuestra dignidad?“, escribió Hayak. “Creo que es porque nosotras, como mujeres, hemos sido devaluadas artísticamente a un estado de indecencia, al punto de que la industria del cine dejó de hacer un esfuerzo por averiguar qué quiere ver el público femenino y qué historias queremos contar”.
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