Obama ordenó intensificar los ciberataques contra Irán

El presidente Barack Obama ordenó intensificar los ataques a los sistemas informáticos iraníes desde su llegada a la Casa Blanca, empeñado en presionar a Teherán para que detenga su programa nuclear con fines pacíficos.

 El gusano Stuxnet que sacudió a Irán hace dos años, formaba parte de un arma secreta de guerra cibernética ordenado personalmente por Obama, aseguró hoy en un nuevo libro David Sanger, corresponsal en Washington del diario The New York Times.

 Según el reportero, la operación comenzó durante el mandato de George W. Bush bajo el nombre de Juegos Olímpicos y dejó inactivas temporalmente a mil centrifugadoras nucleares para desarrollar la energía atómica y producir electricidad en la nación persa.

 La configuración compleja y costosa del programa precisó- hizo que los expertos sospecharan desde el principio que el objetivo era Irán, porque sólo podía ser obra de servicios secretos occidentales.

 Obama ordenó acelerar los ataques con el Stuxnet, creado por Estados Unidos e Israel, en una reunión urgente con el vicepresidente Joseph Biden y el entonces director de la Agencia Central de Inteligencia, Leon Panetta, tras su descubrimiento en 2010.

 En ese año salieron a la luz las primeras noticias sobre el tema por un error de programación, indicó Sanger, cuya investigación duró 18 meses y se basó en testimonios de funcionarios estadounidenses, europeos e israelíes, así como de expertos involucrados en el sabotaje cibernético.

 Obama era consciente de que con esa acción estaba desatando un nuevo tipo de guerra (   ), dirigió y autorizó cada paso del programa personalmente, aseveró el periodista.

 Estados Unidos, sus aliados europeos e Israel han aprobado varios paquetes de sanciones para frenar el programa nuclear de Irán porque lo acusan de querer desarrollar una bomba atómica, hecho desmentido por Teherán y analistas estadounidenses en varias ocasiones.

 El subsecretario de Terrorismo e Inteligencia Financiera, David Cohen, viajará la semana próxima a Tel Aviv, Reino Unido y Rusia en busca de apoyo para aplicar nuevas medidas punitivas al país persa y también a Siria.