Concluye cita de juventudes, el futuro aguarda por la humanidad
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Los más de 20 mil delegados que participaron en el XIX Festival Mundial de la Juventud y los Estudiantes ya dicen adiós a esta ciudad que los acogió por unos días para hablar de paz y solidaridad, aunque luego la cita se convirtiera en un espacio en el que, con guitarra en mano o una danza, se olvidaran distancias.
Los colores del Festival irán desapareciendo poco a poco y Sochi volverá a quedar con su habitual calma, sin el andar de miles de jóvenes y su alegría, aunque cada persona que anduvo sus calles la última semana se lleve de recuerdo un pedazo de este lugar paradisíaco.
Hoy la vida de todos cambió en algún sentido. Después de siete días unos se saben más fieles a sus ideas y otros encontraron el ejemplo necesario para definir caminos y actuar en nombre de la libertad y la justicia.
Los temas más diversos llegaron hasta aquí para analizar hacia dónde puede ir el mundo cuando el poder se emplea para construir y no destruir.
Sin embargo el carácter antiimperialista de la cita es lo que la hace un espacio único, en el que representantes de todo el mundo confluyen para denunciar los actos atroces contra los pueblos.
Cubanos, venezolanos, norcoreanos, saharauis, colombianos, argentinos, sirios y otros muchos jóvenes alzaron sus voces para condenar las políticas injustas contra sus países, ejemplo que despierta bríos en los que aún no descubren caminos para luchar por su causa.
La cita concluye, pero las fuerzas salen de aquí renovadas, crecidas, indestructibles. La unidad que hoy se defiende es la base del giro que pueda darle el hombre al rumbo que lleva el mundo, de ello dependerá el futuro de la paz.
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