Recuerdan a Freddie Mecury en el aniversario 25 de su muerte
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Justo el día antes de su muerte, en 1991, el fundador y vocalista de Queen había anunciado al mundo que padecía de SIDA con el propósito de sensibilizar a los demás sobre la enfermedad con la que había sido diagnosticado casi cinco años atrás.
Quienes llegaron a conocerlo verdaderamente supieron ver, más allá de los excesos, a un ser humano que se consideraba extraordinario y esperaba que los demás se sintieran de igual manera.
Sin embargo, al autor de la célebre Bohemian Rhapsody -compuesta por seis secciones: introducción, balada, solo de guitarra, ópera, rock y coda- le aterrorizaba tocarla en público por temor a equivocarse.
Su compañero y guitarrista en la formación británica, Brian May, recordó a Freddie en declaraciones al periódico estadounidense The Huffington Post, precisamente por una frase en la que decía "Yo soy especial. Me hice a mí mismo especial. Tú puedes hacerte a tí mismo especial también".
May, también astrofísico, escogió el pasado 5 de septiembre, cuando se cumplirían los 70 años de Mercury, para nombrar un asteroide en agradecimiento a su amigo.
En sus últimos años, el compositor, de origen parsi e indio, prefirió recluirse en su hogar, aunque dejó espacio para cerrar otros proyectos musicales, entre ellos, su segundo disco en solitario titulado Barcelona y con el cual se cumplía su anhelo de cantar con la soprano española Monserrat Caballé.
La última gran aparición de Freddie Mercury aconteció en agosto de 1986, ante una multitud que rebasaba los límites físicos del Knebworth Park, al norte de Londres.
El vocalista terminaría el concierto en el centro del escenario, con los ojos fijos en la multitud y ataviado con su corona y capa de Reina.
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