Gelman llama "modesto" a Videla al admitir solo 8.000 muertes
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El poeta argentino Juan Gelman dijo hoy con ironía que el reconocimiento del exdictador Jorge Videla de la muerte de 7.000 u 8.000 personas durante el régimen militar que gobernó Argentina de 1976 a 1983 le ha descubierto una "virtud" que desconocía en el exgeneral: "la modestia".
"Al exgeneral Videla le acabo de descubrir una virtud que desconocía que tenía: la modestia porque no fueron 8.000 fueron 30.000", afirmó Gelman en una entrevista con Efe en Brasilia.
El escritor argentino, quien estos días participa en la primera edición de la Bienal del Libro y la Lectura de Brasilia, aseguró que las palabras de Videla, quien admitió las muertes en el libro "Disposición Final", del periodista argentino Ceferino Reato, no le resultaron sorprendentes.
El literato, de 81 años, que sufrió el asesinato de su hijo, de su nuera y la desaparición de su nieta en 1976, añadió que "ningún golpe militar en Argentina se dio sin algún apoyo de una parte de la sociedad civil" y alabó la derogación de las "mal llamadas leyes del perdón", que libraron de responsabilidad a los represores.
"No conozco a ninguna víctima que haya delegado a terceros la facultad del perdón", declaró el escritor nacido en Buenos Aires en 1930 y residente en México.
El hijo del poeta, Marcelo Gelman fue asesinado después de haber sido secuestrado, encarcelado ilegalmente y torturado.
Su esposa, María Claudia García, que tenía 19 años y estaba embarazada, fue secuestrada y detenida junto a él, pero trasladada a Uruguay dentro de la Operación Cóndor, de colaboración entre los regímenes militares del cono sur.
Los restos de Marcelo Gelman fueron hallados, pero los de María Claudia, madre de una niña, Macarena, quien se reencontró con su abuelo en el año 2000, todavía no han aparecido.
"Quisiera que descansaran juntos, han pasado más tiempo separados que juntos", aseguró.
Sobre el proceso de creación poética, Gelman dijo que "el origen de la escritura no es el sufrimiento ni la felicidad. El poeta no escribe su autobiografía".
Y explicó que a veces relee sus escritos y no recuerda ni una sola de las palabras, un ejemplo de que "cuando uno escribe se evade de sí mismo".
"Escribo poesía porque no tengo más remedio", dijo el poeta, quien recordó su dimensión periodística y la crónica como uno de los géneros que más disfrutaba.
"Me gustaba salir a la calle. Me enriqueció mucho", agregó para precisar que esa época en la que conversaba con las personas y percibía los diferentes acentos de la lengua española le dio "una idea muy clara de la riqueza del castellano".
"Existe una poesía en castellano que tiene mil puertas y todas están abiertas", aseguró.
Además clasificó a los escritores en dos grupos: el de los literatos perfectos, entre los que citó al "magistral" Jorge Luis Borges, de quien dijo gustar más su prosa.
Y aquellos imperfectos, pero para los que la escritura es la única forma de vida posible.
"Están los poetas que viven para escribir y son imperfectos y todo lo que tú quieras, pero si no escriben se mueren", razonó.
Gelman, a quien le gusta trabajar de noche "por el silencio" ofreció ayer una lectura de poemas en el recinto de la Bienal, que se celebra en la Explanada de los Ministerios, en la que también conversó con el público.
El poeta, galardonado con la larga lista de premios entre los que se encuentran el Juan Rulfo o el Pablo Neruda, participó de la Jornada Literaria de América Hispánica, una actividad en la que también está prevista la presencia estos días del chileno Antonio Skármeta o el nicaragüense Sergio Ramírez.
El autor de "Anunciaciones", "Carta a mi madre", "Salarios del impío", o el más reciente "El emperrado corazón amora", instó al público a "conversar después de haber 'converseado'".
Y recitó un poema que pidió al periodista Eric Nepomuceno traducir al portugués en directo: "Siempre te amo por primera vez/ siempre te amo la primera vez".
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