Minutos antes de que los miembros de la Asamblea General emitieran su criterio sobre el proyecto presentado por la nación caribeña, la diplomática manifestó que durante más de 50 años Washington mantuvo una política destinada a aislar a ese país.

Sin embargo, reconoció que durante muchos años la comunidad internacional votó abrumadoramente a favor de la resolución que condena el cerco económico, comercial y financiero.

Estados Unidos siempre se ha pronunciado en contra de esa resolución, hoy va a abstenerse, expresó Power en una decisión que provocó aplausos de los representantes de los 193 países que integran el órgano internacional.

Al explicar el voto, la embajadora recordó que el presidente Barack Obama ha dejado clara su posición ante esa política y ha pedido al Congreso que la levante.

El documento de hoy es un perfecto ejemplo de por qué el aislamiento contra Cuba no funcionó, o, lo que es peor, por qué menoscaba los objetivos que tratan de conseguirse con el bloqueo, agregó Power.

Según la representante norteamericana, en lugar de dejar sola a la nación antillana, esa estrategia aísla a Estados Unidos, incluso en el propio seno de la ONU.

Después de más de 50 años de seguir esa ruta, hemos optado por empezar un camino de diálogo, señaló la diplomática, quien resaltó las medidas adoptadas por la administración estadounidense para eliminar algunas restricciones comprendidas en el bloqueo, las cuales Cuba considera limitadas.

Hemos restablecido relaciones con el Gobierno cubano, reabrimos embajadas en nuestras capitales, reanudamos vuelos comerciales regulares, y levantamos limitaciones a empresas y emprendedores que quieren trabajar en la isla, manifestó.

Según Power, a esos pasos se agrega este miércoles la decisión de romper el tradicional voto contra la resolución cubana y abstenerse, lo cual no significa que Estados Unidos esté de acuerdo con todo lo planteado en el texto.

En ese sentido, argumentó que las acciones de su nación hacia Cuba son conformes al derecho internacional y criticó la parte del documento que expresa lo contrario, aun cuando muchos oradores que la antecedieron hoy condenaron los daños humanitarios causados por el cerco.

Se trata de la vigesimoquinta ocasión consecutiva en que el principal órgano deliberativo de la ONU vota un proyecto de este tipo, el cual fue apoyado en octubre de 2015 por 191 de los 193 miembros (solo se opusieron entonces Estados Unidos y su aliado Israel).