Omara Durand: La gacela “voló” en Río

La cubana exponente de la categoría T-12 (débiles visuales profundos) dejó su huella en el Estadio Olímpico Joao Havelange, sobre cuya pista pareció “volar” para dejar atrás a sus contrincantes.

Con esa actuación la gacela santiaguera superó su cosecha de Londres 2012, donde dominó 100 y 200 metros, y además de proclamarse la atleta discapacitada más rápida del orbe igualó a su compañera Yunidis Castillo como pentacampeona en esas citas.

En su ciudad natal, donde fue recibida por el pueblo y los dirigentes del territorio, Durand Elías dialogó con JIT.

¿Cómo valoras tu preparación para ese certamen?

Intensa y con mucha exigencia por parte de mis entrenadores, además de que yo misma me “empujaba” porque tenía muy claro lo que quería. Cuando terminé mi actuación en Londres 2012 empezó el trabajo para este ciclo, que significó cuatro años de dedicación, y cuyas competencias fundamentales fueron los Juegos Parapanamericanos de Toronto y el Campeonato Mundial de Catar, el año pasado.

Antes de llegar a Río estuvimos alrededor de dos meses en México, lo que nos ayudó a focalizar mejor el entrenamiento.

¿Crees que tu actuación en Doha –tres medallas de oro y cuatro récords mundiales– fue buena antesala de los resultados en los Paralímpicos?

Fue una gran competencia, estaba muy bien y la asistencia de mi guía Yuniol Kindelán fue excelente, a pesar de que corrimos juntos por primera vez en ese torneo. Desde ese momento se contaba conmigo para una gran actuación en Río, y gracias a muchos factores pude cumplir con los pronósticos.

Háblame de lo sucedido en tierras brasileñas...

Me sentía en excelente forma, tanto física como sicológicamente. No tuve presión de ningún tipo y sabía que podía enfrentar a cualquier contraria.

Hice lo mejor que podía hacer, correr con el corazón, pues los récords no se planifican. Yo entreno, y si estoy bien los resultados salen en la pista.

Tus tres medallas de oro fueron una contribución fundamental para la delegación cubana. Coméntame sobre ese particular.

Fue algo muy grande haber aportado de esa forma para mi país, y con ello hacer que el himno nacional se escuchara en Río de Janeiro. Todo gracias a esta Revolución hermosa que no nos excluye a pesar de nuestras limitaciones físicas.

Este evento demostró el alto nivel del deporte paralímpico en el mundo, y Cuba obtuvo un notorio decimoctavo lugar. Para mí es un orgullo como atleta, como cubana, como mujer, como madre.

Representar a mi país y alcanzar la condición de atleta discapacitada más rápida del mundo es algo que disfruto pero siempre con los pies en la tierra, buscando mejores resultados.

La también velocista Yunidis Castillo se vio privada de continuar en competencia a causa de la lesión que sufrió en la final de 100 metros T-46. ¿Cómo vive un atleta ese momento?

Fue algo muy duro y ella lo sufrió muchísimo porque todos saben del esfuerzo que hizo para estar en óptima forma. Pero el deporte es así de imprevisible, y es por eso que cada medalla que ganaba se la dedicaba a ella, que tanta gloria ha dado a la Patria.

¿Miriam Ferrer, Yuniol Kindelán y el apoyo familiar?Ç

Mi entrenadora Miriam es una persona fundamental en mi carrera deportiva, y gracias a esa excelente relación hemos llegado a estos logros. A la vez le doy gracias por esta decisión de correr hace ya un año con mi guía Kindelán, igualmente esencial en cada evento en el que me presento.

Mi familia también ha sido un eslabón importante a pesar de la distancia, y a ellos dedico todos mis triunfos.

¿Santiago de Cuba y su gente?

Espectacular. Recibo felicitaciones en cualquier lugar al que llego y es algo que me llena de energía porque los santiagueros somos únicos.

¿Hasta dónde piensa llegar Omara?

Hasta donde pueda. Después de este descanso me incorporaré a los entrenamientos, seguiré enfocándome en mi preparación y en mis competencias dentro y fuera de Cuba. El próximo año es el Campeonato Mundial en Londres y quiero tener una actuación meritoria.