Presentan en Colombia fármaco cubano contra el cáncer de pulmón

El fármaco fue desarrollado en Cuba por el Centro de Inmunología Molecular de Cuba con éxito en la aplicación a pacientes en estado avanzado de cáncer de pulmón.

Este producto, considerado un logro científico desarrollado por más de dos décadas en Cuba, ya cuenta con su registro en el Instituto Nacional de Vigilancia de Medicamentos y Alimentos de Colombia (INVIMA).

Luego de introducirse en el país, el Cimavax podrá ser comercializado en la red hospitalaria de esta nación andina.

Ante los delegados de distintos países que asistieron al evento científico de la capital antioqueña el sábado y domingo, se explicó que otra de las grandes ventajas del Cimavax es que no genera efectos adversos colaterales, como sí lo hace la quimioterapia.

El medicamento fue presentado por la médico cubana Tania Crombet, especialista en Inmunología y Doctora en Ciencias Médicas del Instituto Superior de Ciencias Médicas de la Habana.

La Dra. Crombet actualmente se desempeña como Directora de Investigaciones Clínicas en el Centro de Inmunología Molecular en la Habana.

Durante la presentación del medicamento estuvieron presentes el Dr. Kelvin Lee, Presidente del Departamento de Inmunología Roswell Park Cancer Institute y el Dr. K. Govind Babu, MBBS en medicina Oncológica, con 26 años de experiencia en este campo.

Por su parte, Danai Saavedra, una de las inmunólogas que participó en el desarrollo de la vacuna, explicó que el fármaco no es para todos los pacientes con cáncer de pulmón, sino para los que se encuentran en estados avanzados y que ya se han sometido a quimioterapia. Añadió que tampoco posee carácter preventivo.

En la cita científica también estuvieron presentes representantes de otros países latinoamericanos como Perú y Paraguay, donde la vacuna ya ha sido registrada.

Se explicó que el Cimavax fue utilizado ya en más de cuatro mil pacientes en distintos países, y los resultados son muy prometedores.

La prolongación de la vida fue de hasta cinco años, algo casi impensable para quienes sufren la dolencia en su estado más avanzado, pues normalmente el índice de sobrevivencia no supera el año y como máximo los 18 meses.