El bloqueo: ¿Paliza diplomática a Washington?
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Vuelven a escena hombres de la ultraderecha de origen cubano de Miami, otra vez bajo la jefatura a plena luz o en las sombras de figuras pre-históricas que deambulan por esa urbe. ¿qué pretenden ahora?
Fortalecer aún más el bloqueo a Cuba aunque para ello violen de nuevo la Constitución de Estados Unidos e intereses de la comunidad cubana radicada allí.
No sorprende, eso ha constituido una práctica habitual durante alrededor de 50 años, hecho que impresionaría a cualquier persona decente con sentido común.
Las referidas facciones de Miami con sus desafueros han llegado a lesionar aspectos sensibles de la política exterior de los Estados Unidos y herido la imagen de ese país.
Lo sintetiza el bloqueo económico, comercial y financiero impuesto a Cuba durante ese medio siglo, avivado por esos grupos con delirante ferocidad.
¿Qué precio han pagado un conjunto de gobiernos estadounidenses por tal comportamiento? Algunos ejemplos lo responden.
A partir de 1992, y hasta el año pasado, 20 resoluciones consecutivas de la Asamblea General de la ONU que desaprueban esa política y le exigen a la Casa Blanca eliminarla.
Los pronunciamiento en bloque de América Latina y el Caribe, encabezados por los países que integran el ALBA, sumados a esa posición que Naciones Unidas aprobó al inicio con 59 votos, y más recientemente con 187.
Declaraciones del Movimiento de Países No Alineados en sintonía con esa postura, así como de instituciones religiosas, sindicales, campesinas, artísticas, juveniles y femeninas nacionales, regionales y mundiales.
Una afirmación del papa Juan Pablo Segundo en enero de 1998 y una declaración del Vaticano en días recientes, que rechazan el cerco norteamericano a Cuba.
En fin, un impresionante movimiento anti-bloqueo a Cuba también secundado por otras relevantes personalidades del escenario internacional que sustentan distintas ideologías.
Sin embargo, acaban de cometer el disparate de presentar un proyecto de ley en el parlamento de la Florida que prohíbe hacer negocios allí con empresas vinculadas a Cuba.
El abogado principal del condado Miami-Dade, Robert Cuevas, advirtió que esa proposición es tan ilegal como otras echadas atrás porque solo en Washington se debe conducir la política exterior del país.
Antes, dos abogados de la extrema derecha, Mauricio Tamargo y Jason Pobrete, iniciaron gestiones en el Congreso para lograr un recargo del 10 por ciento a las transacciones de empresas relacionadas con La Habana.
De avanzar esa otra maquinación, entre los más afectados estarán cientos de miles de cubanos residentes en la Florida que mantienen lazos con sus familiares a través de llamadas telefónicas, envíos de remesas y viajes.
Sería un nuevo golpe a esa comunidad. En las elecciones de 2004, W. Bush perdió allí el 11 por ciento de los sufragios cubanos obtenidos cuatro años antes. ¿motivo? la drástica disminución de los viajes y el envío de remesas de esa comunidad a sus familiares.
Esa experiencia, al menos en la tan cortejada Florida, no podrá ser completamente ignorada ni por los más recalcitrantes hechiceros de la ultraderecha de origen cubano de Miami.
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