Los rostros del ciclismo en carretera
especiales
Y esa magia de valor, intrepidez y hasta sorpresa merecen quizás más espacio en el periodismo que cuenta lo sucedido sobre las carreteras.
Son estos algunos pasajes, anotados al azar.
En la primera etapa del circuito guantanamero, pocos repararon que en lugar de 90 corredores, como era lo anunciado, solo tomaron la arrancada 83. Minutos antes de bajar la banderola blanca y negra, se les informó a esos siete corredores que un análisis de sangre previo le había dado alterado y por tanto no podían correr. Más allá de la previsión médica, evitando posibles tramposos o reales problemas de salud, los perjudicados lloraron de impotencia, pues un año entrenando se derrumbó en minutos. Algunos se han dedicado a alentar a sus compañeros desde los carros auxiliares, otros no resistieron el golpe y solo se enteran del Clásico a través de las informaciones. ¿Posible dopados o alerta inteligente?
En el ascenso a la Gran Piedra, mientras las piernas se endurecían para remontar inclinaciones de 40 grados como la conocida Pared, no pocos carros sufrieron igual o más que los pedalistas. Humo en exceso, cloches quemados y fuerza disminuida hicieron que más de uno no pudiera rebasar ese tramo. Cuentan que en la década del ochenta del siglo pasado, no pocos pedalistas europeos subían caminando ese impresionante segmento, empujando la bicicleta o con ella en sus hombros. Y no exageran en nada. Para llegar a la meta, ubicada a mil 224 metros sobre el nivel del mar, se necesita pedaleo redondo, combinación de plato y piñón adecuada, pero sobre todo esa fuerza interna que no se aprende en la preparación, se nace con ella entre las piernas.
El avileño Hamel de la Cruz era uno de los siete corredores escapados en la tercera etapa del Clásico, cuando la caravana iba rumbo a Bayamo. Una avería en su ciclo, lo obligó a cambiar de bicicleta en muy corto plazo, sin embargo, lo que ningún mecánico calculó fue que sus zapatillas no eran compatibles con los pedales del nuevo modelo. Tras varios kilómetros de incomodidad por el desajuste, Hamel optó por pedalear descalzado y guardó sus zapatillas dentro de la camiseta. Así cruzó la meta y pocas fotos guardan ese hecho, memorable de honor y valentía para un ciclista.
El esfuerzo hecho por el trío de matanceros: Vicente Sanabria, Yordenis Crespo y Jesús Baragaño en la contrarreloj por colectivos clasificará como de las más recordadas hazañas de este Clásico. Al romperse antes de los cinco primero kilómetros su cuarto hombre, tuvieron ellos tres (mínimo para que se válida por equipo), que echar el resto y no aflojar en ningún momento. Ya en el descanso, no faltó el hielo para los masajes de los consagrados, quienes demostraron fidelidad sin límites a su escudero principal.
Seguiremos contando y narrando historias, rostros, vivencias de este Clásico de Ciclismo Guantánamo- Pinar-La Habana.
Resultado de la 4ta etapa:
1.- Artemisa 44:23
2.- Santiago de Cuba 45:11
3.- Holguín 45:38
4.- Pinar del Río 45:52
5.- Matanzas 46:08
Clasificac ión por puntos:
1.- Onel Santa Clara (GTM) 9 puntos
2.- Félix Nodarse (ART) 5
3.- Willy González (SCU) 5
Clasificación por equipos:
1.- Artemisa 24:12:02
2.- Guantánamo a 8:39 minutos
3.- Santiago de Cuba a 10:28 minutos
Clasificación de la montaña
1.- Vicente Sanabria (MTZ) 12 puntos
2.- José Mojica (ART) 10
3.- Pedro Portuondo (SCU) 8
4.- Jans Carlos Arias (LTU) 6
5.- Yoandri Prado (VCL) 5
6.- Álvaro Soca (ART) 4
7.- Salvador Aranda (SCU) 2
Clasificación general:
1.- Vicente Sanabria (MTZ) 8:29:46
2.- José Mojica (ART) a 19 segundos
3.- Pedro Portuondo (SCU) a 1:18 minutos
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