“Ultras” origen cubano: ¿Sus estertores en Miami?

Varios hechos llevan a formular la interrogante, que no se atreven a desmentir ni sus voceros más ardorosos.  

Ahora se trata del caso Julio Iglesias, célebre cantante español situado a muchos kilómetros de la izquierda.

Un cable de la agencia estatal EFE notificó este martes que una manifestación en su contra incluyó la quema de algunos de sus discos.

Esa publicación de Madrid lo hizo bajo el titulo “Queman discos de Julio Iglesias en Miami”, y lo firma Fabiana Steinmander.

Los manifestantes alzaron un cartel en el que se leía, músicos mercenarios, y ante las cámaras destruyeron material discográfico.

La información también recordó que el cantante había declarado su disposición a interpretar sus éxitos en Cuba.

Sin embargo, apuntó Steinmander, no viajó a la isla antes por miedo a que los “exiliados” cubanos atentaran contra su casa en la Capital del Sol.

Lo que hasta ese momento era una presunción, escribió la periodista, ahora es un hecho.

No atacaron su casa, puntualizó,  pero el rechazo es evidente en aquellos lares.

Así lo corroboró EFE al hacer circular varias fotos de la manifestación que mostraban la destrucción de los discos.

Increíble, cuando muchos pensaban dejada atrás la tenebrosa época en que allí tiraron al pavimento e incendiaron El Pavo Real, célebre obra del artista cubano de la plástica  Manuel Mendive

Más asombroso aún el pretexto de entonces para ejecutar esa barbaridad fascista: Porque su autor vive en Cuba.

A ello siguieron amenazas de colocar bombas en lugares donde actuarían otros dos relevantes artistas cubanos, Luis Carbonell y Rosita Fornés.

Rodeada por una jauría ultraderechista fue recibida la famosa orquesta de los Van Van,  mientras aislaron y sabotearon contratos al trovador Tony Avila.

Siempre utilizando el mismo argumento, radican en la isla.

Hechos que, curiosamente, nunca han sufrido en Cuba artistas estadounidenses.