La gente se detiene junto a las escaleras del Polinesio, y no es para almorzar; hace estancia a la entrada del Yara, y no para ver la película; revolotea frente al Pabellón Cuba pero no visita la expo-venta. La responsable de tales "sinrazones" es la señorita Wifi.

Prácticamente virgen para la mayoría de los cubanos, esta tecnología de conexión inalámbrica a Internet ha comenzado a abrirse paso en la Isla, discreta, pudorosamente –como corresponde a toda una señorita. Desde hace unos días hay buen viento para los navegantes. Así pudo constatarlo CubaSí en un bojeo por la calle 23, desde el cine Yara hasta el Malecón de La Habana.

Sobre todo jóvenes, pero también de todas las edades, en grupos o en solitario, incluso familias, permanecían conectados con el ciberespacio desde sus teléfonos celulares, tablets, laptops..., con su cuenta de acceso Nauta (temporal o permanente), cuyo precio por hora de navegación descendió de 4.50 a 2 cuc.

Lo mismo en escaleras, muros, quicios, e incluso parados, cubanos de muy distintos municipios, y también extranjeros, permanecen absortos frente a las pantallas iluminadas; tan concentrados, que a veces para que franqueen el paso hay que pedirles permiso un par de veces. Los hay tan entusiasmados con una video-llamada, que ni se dan cuenta de lo alto que hablan, y se les ve gesticulando, riendo, frente a un interlocutor a quien tal vez no veían hacía un bulto de años.

Son esas video-llamadas, esos selfies, los que, a su vez, permiten que el mundo conozca también por esta vía, en tiempo real, a Cuba y sus realidades más cotidianas, desde los autos que andan circulando hasta cómo viste la gente, cómo suda, ríe, se disgusta, se come un helado...

Casi simultáneamente, en el Palacio de Convenciones de La Habana, diputados a la Asamblea Nacional del Poder Popular debatían, en la Comisión de Atención a los Servicios, sobre el proceso de informatización de la sociedad y la necesidad de continuar ampliando el acceso a Internet en el país.

Los parlamentarios abundaban acerca de la buena acogida a las 35 zonas de conexión Wifi creadas en todo el país, las 267 salas de navegación y el correo Nauta, con cuentas en 820 mil celulares.

Maimir Mesa, ministro de Informática y las Comunicaciones, aseguró a esos diputados que el Gobierno está empeñado en informatizar la sociedad cubana, pero al ritmo que las condiciones de infraestructura y ciberseguridad lo permitan. La reciente apertura de Internet a través de Wifi en 35 zonas, dijo, constituye muestra de esa intención. Subrayó el interés por extender el acceso en el sector profesional primero, para avanzar luego hacia los hogares.

Entre los navegantes de La Rampa está Marcelo Herrera, de 49 años, quien, en las escaleras a un costado del Yara conforma un bonito nudo junto a sus dos hijas, los tres en torno a la pantallita. Quizás con la misma fe y asombro con que los antepasados se nucleaban en torno a la hoguera salvadora.

Marcelo confiesa a CubaSí que es primera vez que se estrena en esas andanzas y "no sé ni cómo empezar. Pero ya Carolina -su hijita mayor- cumplió quince y quiere tener su Facebook".

Desde Alamar y Altahabana llegaron Abdiel Cusa y Naviel, y se aposentaron en las escaleras de lo que fueran los estudios de animación del ICAIC, en la esquina de 23 y M. Aunque la conexión sigue pareciendo a muchos costosa, aseguran a la reportera que "está bastante rápida, se puede chatear, conocer gente y hasta pueden bajarse juegos, música".

La totalidad de los navegantes con que CubaSí dialogó habían concurrido para entrar a Facebook y conversar con familiares o amigos. El maestro brasileño Antonio Bezerra, -aclara que su apellido se escribe con Z- de vacaciones en Cuba, confesó a esta reportera que había comprado unas quince tarjetas porque llevaba un mes en la Isla y hasta ahora no había podido contactar con los que dejó en tierra carioca. Como está alquilado en una vivienda particular, cercana a La Rampa, se llega hasta la popular avenida todos los días y, frente a su laptop –"porque así veo mejor, los años no pasan por gusto"- dedica un rato a sus seres queridos.

La comunicación interpersonal parece ser el motivo principal de los que hoy se conectan a este servicio. Acceder a informaciones, investigaciones u otros documentos no figuró entre los intereses de los entrevistados.

No obstante, WIFi_ETECSA es también una posibilidad para la preparación y actualización de estudiantes, profesionales e investigadores y, luego de la novedad, al concluir las vacaciones, seguro será empleada además con esos fines.

Con el convencimiento de la utilidad innegable que reporta el acceso a Internet, también en el contexto de la Asamblea Nacional, el vicetitular del Ministerio de Informática y las Comunicaciones, Wilfredo González, había subrayado a la Agencia de Información Nacional el interés por incrementar los servicios de conexión inalámbrica en otros puntos, en la medida en que los recursos estén disponibles y porque resulta más costoso al país el mantenimiento de las redes tradicionales.

Nos enfocamos en la creación de las condiciones necesarias para, cuando llegue el momento, facilitar el acceso desde los propios hogares, asunto que requerirá del esfuerzo de muchas instituciones en aras de ofertar el servicio de calidad que requiere nuestra población, había referido González.

Entre tanto, Héctor Carlos Perera y Roxana García, llegados desde el Casino Deportivo, hacen cola en el telepunto de frente a Coppelia para obtener su cuenta Nauta y, Wifi mediante, sembrar, como cualquier joven del mundo, sus sonrisas en el ciberespacio.

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