Entre un petrolero y un talismán de ébano

Escalera de preseas en el Royal Canadian Henley de St. Catharines, con el portaestandarte y talismán de ébano de nombre Ángel Fournier, quien además del single peso abierto, bogará en el cuatro par de remos cortos y en el ocho con timonel.

Esa fue la realidad de lunes de las disciplinas náuticas. Distantes del foco de atención, como suele suceder con el canotaje y el remo en eventos múltiples, lo cierto es que se han robado los cintillos.

Baste mencionar que a falta de seis finales de las 13 pruebas convocadas solo Rolexis Báez (4:20.164) en el canotaje no pudo con el empuje en el C-1a 1 000 metros del brasileño Isaias Queiroz (4:07.886), actual campeón del orbe pese a faltarle un riñón; el canadiense Mark Oldershaw (4:09.587) subtitular de la Copa del Mundo en Portugal; y el mexicano José Cristóbal (4:14.572), titular del orbe en el 2009. Ellos coparon el podio y Báez, quien había cedido únicamente ante el azteca hace cuatro años en Ciudad Guzmán, recaló cuarto.

Pero la esencia está en los cuatro vellocinos, una plata y un bronce sacados a paletadas, aún cuando en el plano de espina clavada se encuentre el bronce de Serguey Torres-José Carlos Bulnes (3:49.932 minutos) en el C-2 a 1 000, no solo por largar con amplio cartel de favoritos y cederlo a los canadienses Benjamín Russel-Gabriel Beauchesne (3:46.316), sino por el hecho de que esa modalidad no conocía la derrota en el panorama continental desde la edición de La Habana 1991.

Hace cuatro años, alocado, llegaba al canal de Ciudad Guzmán y lo sorprendí trotando: “Necesito calentar, la altura, la neblina, la humedad y el frío” me comentó el capitalino Jorge García en el intermedio de sus regatas K-1 y K-2.

Luego confieso que me chocó la idea de verlo retirarse con solo 26 años, formar su familia ciertamente constituye un argumento bien sólido, como también poseer la cima de América bien asida a sus remos y el tanque aún lleno de petróleo. Un desliz lo privó en la misma línea de sentencia de conquistar el cenit centrocaribeño en Tuxpan y al parecer dicho golpe, sin perder su ecuanimidad, se convirtió en objetivo para buscar la redención en Welland.

Y la halló con creces. Sobre su pecho solo oro es el mineral que brilla, con tres títulos en igual número de regatas.

Entonces confirmó, a fuerza de resistencia, las excelentes capacidades aerobias que posee, y porqué le queda a la medida el mote de petrolero a este kayacista que también se ha probado en el panorama olímpico en Londres 2012 y repetirá el año próximo en Río de Janeiro 2016.

“Contrario a lo que muchos puedan pensar necesito carburar, competir, varias regatas para ponerme al 100%. Yo no refresco, hoy tuve una hora y media de recuperación entre el K-1 y el K-2. Es, cierto necesité mucho apoyo de mi colega Reinier Torres en los 250 metros finales del K-2, pero la estrategia se cumplió y soportamos los embates del bote de Argentina. A propósito García y Torres cronometraron 3:25.932 minutos por 3:27.240 de los albicelestes.

Antes, en individuales García (3:40.990) neutralizó al rioplatense Daniel Dal Bo (3:42.019) y al canadiense Adam Van Koerverden (3:43.055), campeón mundial del 2011 y subtitular olímpico de Londres 2012.

Tiene piel cobriza y músculos intimidantes, ambiciona además emular a su homólogo Jorge García y sacar tres coronas de Welland. Solo que en el caso de Yusmary Mengana son las distancias sprint el hábitat natural. Jadeante al término de su prueba no pudo menos que dedicarle el cetro inicial a su mami y su abuela, ejes esenciales y motores de tanto bogar en sus 21 abriles.

Mengana, natural de Pinar del Río y con la potencia en su ritmo de paletadas como principales atributos detuvo los relojes en 2:00.56 minutos, un calvario para la canadiense Michelle Russell (2:02.381) una rival a la que conoce muy bien.

El talismán gigante del remo

Se sustentó en una escalera de preseas la apertura del remo. Con la misma naturalidad con la que intercambiamos ya sea al pie del canal o en cualquier entorno el talismán de 1.98 metros y 101 kg, de nombre ángel Fournier aseguró que remaría además del single peso abierto en el cuatro par y el ocho con timonel: “No puedo abandonar a los míos, donde se requiera mi esfuerzo estaré. El nivel competitivo de los Panamericanos es fuerte y el equipo necesita de mí para lograr un resultado notable”, sentenció el ídolo de Caimanera luego de aunar esfuerzos dorados con Eduardo Rubio en el doble par de remos cortos, donde luego de lanzarle el anzuelo a los argentinos Rodrigo Murillo y Christian Rosso en los 500 metros iniciales abrieron sus fuera de borda y sentenciaron la final 6:30.35 minutos. Parciales de 1:36.26 (500 metros), 3:14.43 (1 000) y 4:50.75 patentaron la superioridad de tres segundos que le sacaron a los albicelestes (6:33.59).

“Toda la estrategia de regata salió a la perfección, desde la arrancada hasta la dosificación de las fuerzas. No puede haber ni gota de confianza en lo que resta pues los canadienses son en extremo fuertes y la lucha por escalar lo más alto del podio será campal”, ahondó Fournier.

Precisamente los anfitriones comandan momentáneamente la disciplina avalados por par de vellocinos y otros tantos bronces, secundados de nuestras huestes con su escalera de metales. Realidad que contrasta con el rendimiento de la capital del estado mexicano de3 Jalisco, donde justamente los argentinos (5-2-1) se alzaron.

El botín inicial de nuestra legión de “vikingos” se completó con la segunda plaza de Manuel Suárez, Janier Concepción, Adrián Oquendo y Solaris Freire (6:14.03) en el cuatro sin, en tanto Yariulvis Cobas y Aimee Hernández no pudieron reeditar su corona de Guadalajara 2011, dado el poderío en esta ocasión de potencias tradicionales como Canadá y Estados Unidos. “Buscaremos el desquite en el cuatro par”, sentenciaron ambas con la espina de la derrota clavada y el asomo de lágrimas en sus ojos.

Desquite, un talismán gigante de ébano… Sentencias que esperaremos deseosos se cumplan.