Durante su intervención en el Seminario de Preparación del Curso Escolar 2015-2016, el alto dirigente resaltó que la educación cubana enfrenta el reto de formar a los jóvenes en medio de constantes avances tecnológicos y la actualización del modelo económico y social.

No tenemos por qué tomarle miedo a las redes sociales, ojalá algún día todos los cubanos tengan un perfil en Facebook o en Twitter, porque desde allí se pueden defender las verdades de nuestro país, afirmó.

Paulatinamente se logrará la informatización de la sociedad –subrayó-, y uno de los lugares que habrá que beneficiar primero serán las escuelas, porque si la conectividad aumenta, pero solo pueden emplearla quienes tengan un teléfono inteligente o una tablet personal, entonces estamos ampliando la brecha digital en nuestro país, cuando nuestro objetivo es reducirla.

Esta infraestructura tecnológica de los centros docentes puede ser aprovechada para copiar “el paquete” a los alumnos, pero no uno lleno de banalidades y vulgaridades como el que se distribuye en la calle con afán de lucro, sino con contenidos de buen gusto que aporten a la formación cultural de los estudiantes, resaltó.

Hay que comprender que lo que para quienes hoy son adultos constituyen logros de la Revolución, para las nuevas generaciones son derechos con los que nacieron, algo que “les toca”: entonces es necesario explicarles cómo se llegó hasta aquí, los sacrificios que hubo que hacer para alcanzarlos, pero para eso hay que enseñar atractivamente la Historia y el Marxismo, acotó.

Impartir de un modo “potable”, como decimos los cubanos, asignaturas tan teóricas como esas, se facilita con un apoyo audiovisual –comentó-, con mapas interactivos, películas históricas, recursos que le hablen a los jóvenes en su propio lenguaje.