Miami-Dade: Su pavoroso tráfico humano
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Va tan lejos en la Florida que, según expertos, el crimen organizado es allí el segundo con mayores ganancias.
Solo le aventaja el narcotráfico, puntualizan, que desde hace años despliega una vasta y poderosa red de cómplices en la región.
Observadores recuerdan que precisamente radica en Miami uno de sus principales trampolines de entrada a esta parte del continente.
Un periodista de Diario Las Américas, José Pernalete, dijo este martes que hay redes operando desde el interior de sus colegios.
“Uno de cada tres alumnos de middle school (escuela intermedia) ha tenido alguna relación con el tráfico humano”, escribió Pernalete.
Este último explicó que el tráfico humano es una fechoría sin distingos de clases sociales ni del sexo de los perjudicados.
Mientras tanto, en high school (escuela secundaria) ha sido “uno por cada nueve”, afirmó una víctima de ese trasiego ilegal, Katarina Rosenblatt.
A ella trató de captarla una red cuando tenía 13 años y hoy dirige un programa dedicado a combatir ese flagelo.
Por algo, la Florida ocupa la tercera posición entre los cinco estados del país con mayor incidencia en la actividad de tráfico sexual.
Según revelaciones, los capitostes de ese tipo de tráfico utilizan incluso a sus propios hijos para arrastrar candidatos a la explotación sexual.
El antes mencionado proyecto de Rosenblatt se llama “Hay esperanza para mí” y transmite un mensaje de alerta a comunidades proclives a devenir objetivos de los depredadores sexuales.
Tratando de suavizar la crisis que los rodea, la activista trabaja además para el Buró Federal de Investigaciones (FBI).
¿En qué consistió la experiencia vivida por Rosenblatt? Lo narró la prensa local.
Una aparente amiga suya en el colegio era un señuelo para llevarla hacia la explotación sexual.
El padre de una compañera mía en séptimo grado “era pedófilo e integraba un grupo de traficantes”.
Entre las “carnadas” que usan estos delincuentes, dijo Pernalete, se encuentra prometer el trabajo de modelo.
Después, añadió Rosenblatt, te piden hacer algo por una sola vez, y “luego a obligarte con amenazas hacia tu familia”.
Según Diario Las Américas, el 70 por ciento de las víctimas de tráfico sexual son niñas y adolescentes.
“Lo que está pasando en las escuelas es muy fuerte, son muchas las personas que están usando a los niños para esta comercialización, dijo Rosenblatt.
Y a renglón seguido expresó que su primer contacto con esas redes fue cuando la obligaron a quedarse en un hotel de Miami Beach durante un mes.
“Allí un hombre de 65 años quiso comprar mi virginidad por 550 dólares, de los que me hubieran entregado 20”.
Un narcotraficante, subrayó, solo puede vender una vez una tonelada de cocaína, pero sacarle ganancias a una persona hasta que enferme o se suicide.
La unidad de investigación de tráfico humano de la Policía de Miami-Dade, no obstante su enorme actividad, cuenta con dos oficiales.
Fue en medio de ese espectáculo que una aspirante a la alcaldía de ese municipio, Raquel Regalado, aprovechó la ocasión para sacar dividendos electorales manifestando sus “preocupaciones” al respecto.
Ella, integrante de la Junta Escolar en el territorio, admitió que “el peligro está en nuestras escuelas”.
Hace menos de un año, el 19 de mayo de 2014, la corresponsalía del periódico español El Mundo en Washington desplegó el siguiente titular:
“La Florida, el tercer estado con mayor tráfico humano en los Estados Unidos”.
Su texto comenzaba diciendo, las cifras son frías e implacables como el delito que revelan.
La Florida está por detrás de Nueva York y Georgia en ese tráfico, que incluye contrabando de inmigrantes ilegales, explotación infantil, o la esclavitud sexual de mujeres y niñas.
Junto a los asesinatos de presos en cárceles de Estados Unidos, infantes muertos por mala atención y asilos de ancianos con pésima asistencia médica y alimenticia, entre otras calamidades…
¿No serían temas aconsejables de ser dados a conocer en la próxima Cumbre de las Américas que tendrá lugar en Panamá?
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