La heroína, el talón de Aquiles de la lucha contra el narcotráfico de EE.UU.
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Pese a los progresos en la lucha contra los poderosos cárteles de la droga mexicanos y para actuar en las raíces de la violencia y la desigualdad en Centroamérica, el aumento del consumo de heroína en Estados Unidos podría ser un revés en una guerra a la que Washington dedica millones de dólares.
En una videoconferencia de prensa, el subsecretario de Estado de Estados Unidos para la lucha contra el narcotráfico, William Brownfield, aseguró que "crisis es la palabra correcta" para describir el aumento del consumo, del tráfico y la producción de heroína en América.
Brownfield recordó que el consumo de heroína en Estados Unidos ha aumentado un 65 % y es un problema en zonas del país en las que no tenía presencia significativa, mientras que el 95 % de todo la heroína consumida en la nación es producida en Latinoamérica, especialmente en México.
Organizaciones de lucha contra las drogas en Estados Unidos llevan alertando desde hace varios años sobre una epidemia que ha sido alimentada por los abusos de opiáceos recetados por doctores.
Los últimos datos del Centro de Control de Enfermedades (CDC) de Estados Unidos indican que las muertes por sobredosis se han duplicado entre 2010 y 2012, hasta las 2,1 muertes por cada 100.000 habitantes, mientras que en 2014 la Agencia Antidrogas (DEA) constató que la heroína es la segunda droga más peligrosa en todo el país, por detrás de las metaanfetaminas.
Bronwfield destacó que el aumento del protagonismo de la heroína, de la que se confiscaron casi 5 toneladas en 2013, demuestra la importancia de la Iniciativa Mérida, con la que Washington financia desde 2008 el entrenamiento y equipamiento de las fuerzas de seguridad mexicanas.
Estados Unidos tiene previsto dedicar en el ejercicio fiscal 2016, que comienza en octubre, una cifra récord de más de un millar de dólares en Centroamérica y México, con la intención de luchar contra el narcotráfico, la violencia, la pobreza y frenar así los flujos de inmigración ilegal y drogas.
En el anuncio del presupuesto este lunes, la Administración del presidente estadounidense, Barack Obama, reservó mil millones de dólares para programas de desarrollo social y seguridad en Centroamérica, con Guatemala, Salvador y Honduras como principales receptores.
En tanto, el Departamento de Estado prevé dedicar más de 150 millones de dólares a un nuevo tramo de la Iniciativa Mérida (dotada desde 2008 con 2.300 millones de dólares) para el entrenamiento y equipamiento de las fuerzas de seguridad y la reforma de las instituciones.
Brownfield destacó que actos "repugnantes" como la desaparición de 43 estudiantes en Iguala (México) por parte de las autoridades locales y miembros del crimen organizado revela la necesidad de enfocar más esfuerzos a nivel, no sólo federal, sino también estatal y municipal dentro de México
Asimismo, confió en que la presunta matanza no cambiará la decisión sobre el 15 % de los fondos de la Iniciativa Mérida condicionados a la situación de derechos humanos en México, ya que "el Gobierno federal (mexicano) está tomando medidas casi heroicas para resolver el caso (de los estudiantes desaparecidos)".
Como complemento a la lucha contra el narcotráfico en México, el Departamento de Estado quiere amplificar el año próximo los proyectos para mejorar las condiciones económicas, de seguridad y las instituciones en Centroamérica, donde la pobreza, el narcotráfico y las pandillas han obligado a miles de familias y niños a jugarse la vida con la intención de cruzar a Estados Unidos.
De esos mil millones de dólares, 205 millones irán dedicados a ayudas de seguridad y fuerzas del orden, unos fondos que, según Brownfield, inauguran "una nueva relación de apoyo entre Estados Unidos y América Central".
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