Miami: ¿Frontera de libertad y felicidad?
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Lo hizo este domingo bajo el significativo titulo: El Sahara en La Pequeña Habana.
Comenzó escribiendo: “No es ficción. Sucedió en la arena movediza del Ayuntamiento”.
Y ubica su reportaje en los cambios de zonas que se ejecutan en un vecindario de la titulada Pequeña Habana.
Esas transformaciones fueron aprobadas por la Comisión de la Ciudad, o sea, su mayor autoridad oficial.
Pero ahora Shoer Roth alerta que eso amenaza con desplazar a los vecinos de bajos recursos y favorecer a otros con mayor nivel adquisitivo.
Lo avaló haciéndose eco de un vaticinio del director de Planificación Municipal, Francisco García, quien afirmó que a los primeros les aguardan difíciles condiciones de vida.
En locales, puntualizó, “donde miles de individuos sobreviven en condiciones indignas”, hasta peores que en La Pequeña Habana.
Según Shoer Roth tal es la cultura de “indiferencia hacia los pobres”, abandonarlos en el camino hacia un lugar que no tiene destino.
Luego sentenció: muy ilustrativa de la imperante entre nuestros gobernantes municipales en el Condado Miami-Dade.
El columnista del Herald además planteó que a esos procesos les unen hechos como el “aumento estrepitoso” en el precio de alquileres.
No obstante todo lo dicho por él mismo, Daniel Shoer Roth se atrevió a caracterizar a Miami como esta “frontera de libertad y felicidad”.
Parece contradictorio, pero no es así, el periodista, al igual que millones de estadounidenses, reacciona de acuerdo a una ideología que le martillaron desde el kindergarten.
Y por lo tanto, aunque implícitamente describa a Miami como una sociedad muy injusta, para él continuará siendo “frontera de la felicidad y la libertad”.
Hace algunas semanas un informe del Comité de Inteligencia del Senado federal reveló la ejecución de horribles torturas por parte de hombres de la CIA.
¿Tembló el planeta? ¿Sus responsables fueron a la cárcel? ¿Se hizo un informe más detallado al pueblo de Estados Unidos?
Echando mano a un viejo estilo, el proceso ha sido exhibido a través de anécdotas e inculpaciones a individuos de mediana o baja categoría militar.
¿Cuál ha sido la lógica ahora frente a las nuevas calamidades que afloran en Miami?
La sintetizó un concejal de esa urbe, Keon Hardemon, quien, según el Nuevo Herald, infirió que las víctimas son causantes de su desdicha.
¿Y sobre el sistema económico, político y social que los circunda? Nada, así los han moldeado desde el kindergarten.
He ahí su óptica respecto a lo que para ellos es la democracia y la libertad, que interpretan –a su decadente manera- como única válida en el mundo.
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