David Blanco, un Nuevo Mundo, una Vida Libre… (+ FOTOS)
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Algunos de los temas del álbum nuevo estarán a disposición del público por vía wifi, según declaró el artista, quien comentó que Vida libre suena ochentero y que a él siempre le ha gustado recrear en su obra el estilo de los años 80, pues la juventud lo sigue mucho.
Lo más difícil de este próximo álbum —que saldrá con Bis Music— fue latinizar el sonido, dijo David, y agregó que cuando los melómanos lo escuchen, podrán saborear una mezcla de Kool & The Gang con tambores batá.
Este joven trompetista, tecladista, arreglista y cantante sigue siendo uno de los músicos más consecuentes del panorama artístico cubano. Lo demuestra a cada momento en su obra, en sus espectáculos, en su manera de dirigirse a las personas y a la prensa, en fin, en su proyección ante la vida y el mundo.
No se trata de apuntalar estereotipos, pero hay que reconocer que el alma metalera de David lo ha llevado por el mejor camino que un artista como él merece: el de la libertad espiritual y el estrellato.
Si bien en Cuba la tradición del público hasta hace una década era la de venerar a las figuras de las orquestas de salsa y hoy, a las del reguetón, David Blanco ha estado siempre en la preferencia del público haciendo una música que fusiona nuestros ritmos cubanos con influencia anglosajona del pop y el rock & roll.
Y lo ha logrado muy muy bien; de hecho, actualmente él y su obra son una referencia obligada si queremos conocer de qué va la música cubana de estos tiempos.
En el concierto del día 13 se venderá el DVD Nuevo Mundo (Bis Music, 2014), que se grabó en ese mismo teatro en diciembre de 2012, cuando supuestamente «el mundo se iba a acabar».
¿Cuál es el nuevo mundo al que aspira David Blanco?
El Nuevo Mundo es el nombre de un concierto que hicimos el 22 de diciembre de 2012 para promover el disco Amigos. Por esa fecha la gente decía que se acabaría el mundo, según las predicciones de los mayas. Pero para mí el nuevo mundo es algo positivo, es un mundo de cariño, con mis amigos.
En aquel concierto me acompañó mucha gente que quiero: mi hermano Ernesto, Eliades Ochoa, Pedrito Calvo, Buena Fe, Lázaro Morúa, Darío Balsanelli (un tenor italiano).
Para mí el nuevo mundo es algo que la gente desea.
¿Quiénes te acompañarán en el concierto Año 13?
Más amigos como Síntesis, X Alfonso, Ernesto Blanco, Qva Libre, Tanya... el espectáculo será filmado y me lanzaré como director del producto audiovisual.
Este concierto Año 13 será el colofón de una serie de presentaciones que hicimos por la campaña «Únete» de Naciones Unidas contra la violencia hacia las mujeres y niñas. A esta campaña pertenecen músicos reconocidos internacionalmente como Julieta Venegas y Ricky Martin. Por Cuba participa Rochy y se nos unen otros jóvenes como mi hermano Ernesto y Gretel Barreiro.
El sábado en el Karl Marx regalaremos por vía wifi canciones del próximo disco. La gente podrá llevárselas en su teléfono si quieren.
¿No te preocupa que la gente tenga ya las canciones de lo que será tu próximo álbum? ¿Eso no afecta la venta?
No me preocupa porque no será todo el disco, regalaremos algunas canciones, Vida libre tendrá siempre cosas nuevas y diferentes. Hoy día ha cambiado mucho la forma de vender la música. Lo que me interesa es que los cubanos tengan el disco. De hecho abriremos 2015 radiando algunos temas de ese álbum, que incluye Lánzate y Locos por la música.
En esta producción llevamos algún tiempo trabajando y ha sido fuerte. Realmente hemos dormido muy poco.
¿Por qué? ¿El nuevo disco te ha exigido más?
Siempre que se hace un nuevo disco, nos subimos la parada. Después de La Evolución he sido muy competitivo conmigo mismo porque fue un álbum que alcanzó grandes dimensiones. Luego hicimos Amigos, con tantos invitados, Eliades Ochoa, Omara Portuondo, Diana Fuentes, Buena Fe…
Vida libre es un disco que me ha dado mucha luz, resalta mi trabajo como instrumentista tecladista. Lo hice en mi casa con mucha calma y quiero darle crédito a mi ingeniero de sonido, Luis Durán, quien comparte la producción conmigo. También quiero agradecer a Bis Music que es mi disquera, tenemos una relación muy especial.
Vida libre tiene un sonido muy actual de lo que sucede hoy en la música electrónica, el pop y el rock, pero también tiene mucho de música cubana.
A mí me gusta mucho la música de discotecas, salir de noche, en fin, pero también me encanta Matamoros, Los Van Van, Irakere, la rumba, la vieja trova santiaguera…
Volviendo a la frase «nuevo mundo», ¿cómo imaginas desde la música un nuevo mundo en Cuba, ya que ahora mismo el país está viviendo tantos cambios?
Yo soy una persona muy positiva. Desde el año 2005 aproximadamente hice muchas giras por Europa después del éxito de los discos que contenían La pachanga y El despechao. En esa época yo me estresé bastante, era mucho trabajo y entrevistas, casi no dormía. Para superar esto busqué apoyo en un plano más espiritual y cuando encontré ese espíritu, quería trasmitirlo en la música de forma positiva.
Para mí el nuevo mundo es algo siempre mejor.
Hasta hace unos 10 años los músicos que hacían pop o rock en Cuba se quejaban de que el género privilegiado era la salsa. Hoy los salseros se quejan de que ya no se escucha música popular bailable, sino solo reguetón. ¿Cuál es la visión de David Blanco al respecto?
Creo que tiene que haber espacio para todos los géneros. Todos tienen derechos porque hay muchos gustos. Pero el público cubano es culto y merece calidad. Cualquier género musical que circule debe tener respeto y calidad, ya que tenemos historia como potencia musical y no podemos echar eso por tierra.
¿Vida libre tiene que ver con tu amor por la velocidad, tu afición por las motos?
Sí, tiene que ver con todo. Con mi velocidad, mi moto, mi espíritu, mis deseos de vivir y de no atarme a problemas. A veces la mente se ata a ciertas cosas que nos atrasan. Queremos apoyar a la gente, sobre todo a los jóvenes que «quieren comerse el mundo» y quieren abrirse caminos. Esa frase, «vida libre», es para ellos.
Pero tampoco es el antónimo a compromisos sentimentales, ¿no?
No, para nada. Yo también creo en los compromisos sentimentales. Hablo de una libertad más espiritual.
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